Miles de estadounidenses protestan hoy en decenas de marchas organizadas en todo el país para exigir que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, publique sus declaraciones de impuestos, como hicieron sus predecesores.
El movimiento "Marcha de los impuestos" convocó protestas en ciudades de todo el país, que comenzaron al mediodía, coincidiendo con el día en que tradicionalmente termina el plazo de declarar impuestos en Estados Unidos, aunque este año se pasó al martes 18, al caer en sábado, y por un feriado local que Washington celebra el lunes.
Las mayores marchas se llevan adelante en Nueva York, Los Ángeles y en la capital, Washington, donde la protesta discurre desde el Capitolio, sede del Congreso, hasta la Casa Blanca.
Los activistas de Florida planearon decenas de marchas en el estado, la más destacada la que transcurre desde los condominios Trump Plaza de West Palm Beach hasta la entrada de complejo Mar-a-Lago del presidente, donde pasa este fin de semana.
El movimiento pide "transparencia" y denuncia que, "a pesar de la intensa presión pública", Trump todavía no publicó sus declaraciones de impuestos "rompiendo con 40 años de precedentes", según explicó el manifiesto de su página web.
Los organizadores de la protesta rechazan que la excusa del gobierno de Trump sea "que a la gente no le importa" y recordaron que una encuesta de la cadena ABC y el diario Washington Post mostró que el 74% de los estadounidenses, más de la mitad republicanos, quieren conocer el historial fiscal del presidente.
"A nosotros nos importa. Sin ver sus declaraciones de impuestos no tenemos ni idea de lo que está escondiendo, ¿acuerdos comerciales en la sombra? ¿lazos financieros con otros países? ¿conflicto de interés?", indicaron en su web, según reprodujo la agencia de noticias EFE.
Así, hoy convocaron a marchar en la capital y en ciudades de diferentes tamaños de todo el país para enviar "un mensaje claro" a Trump: "Trabajas para nosotros, pedimos respuestas".
El pasado 15 de marzo, la divulgación parcial de los impuestos que Trump pagó en 2005, a raíz de una filtración a la prensa, añadió presión para que publique la totalidad de sus declaraciones fiscales, algo que se negó a hacer en la campaña electoral y ya dentro de la Casa Blanca.
Trump rompió así la tradición, cumplida por todos los candidatos a la Casa Blanca en las últimas cuatro décadas, de publicar las declaraciones fiscales como muestra de transparencia hacia los votantes.
El entonces candidato republicano fue posponiendo la publicación de sus declaraciones con la excusa de que lo estaban auditando y finalmente nunca las divulgó.
Dos días después de la llegada de Trump a la Casa Blanca el pasado 20 de enero, la consejera presidencial Kellyanne Conway dijo que el mandatario no iba a dar a conocer sus declaraciones impositivas porque, a su juicio, durante la campaña quedó claro que a los ciudadanos no les importa ese tema.