Multitud en el barrio Bancario

Con una espiga de trigo, una estampita, una vela o simplemente con palabras de agradecimiento, cientos de mendocinos se congregaron en la parroquia de San Cayetano para reconocer la ayuda recibida o pedir por ella.

Como cada año, el barrio Bancario, donde se encuentra la ex vicaría, fue visitado por los fieles de la provincia a quienes el viento Zonda y las bajas temperaturas posteriores no les impidieron acercarse hasta el lugar. Además, el "fenómeno" desatado por el papa Francisco fue otro de los motivos que contribuyó a que la convocatoria fuera importante. 

Personas de todas las edades -muchas de ellas jóvenes- familias completas o solitarios asistentes se hicieron presentes y conversaron con este medio sobre sus pedidos y agradecimientos. "Vengo a agradecer la salud de los niños, el trabajo de mi marido y a pedir porque el papa tenga fuerzas para seguir como lo está haciendo", contó Silvina.

Por su parte, Alejandro y Vanesa, una joven pareja de Godoy Cruz, también asistieron a la parroquia, admitiendo que ambos están desempleados y que esperaban que San Cayetano les dé una mano. "Los dos somos estudiantes y venimos a pedirle un buen comienzo con nuestras carreras profesionales. Pero también hemos venido a agradecer por todo lo bueno que nos ha pasado", contaron.

Ester Díaz, otra de las fieles quien repitió la visita anual al Santo, contó sus motivos: "Me moviliza la fe que tengo y por supuesto vengo a agradecer por el trabajo mío y el de toda mi familia".

Primera experiencia

Ernesto Fiocchetto vivió su primer San Cayetano al frente de la parroquia. Alegre por la gran convocatoria de este año comentó que la experiencia ha sido muy linda e interesante y que el aliento de la comunidad con trabajo, cariño y organización, permitió que todo fuera mucho más fácil.

"Estoy muy contento y sorprendido por lo que se vive. El acceso al dolor y a las necesidades de la gente hizo que me sintiera muy movilizado", describió.

En la ex vicaría se realizaron paralelamente colectas para parroquias barriales, para el comedor y se recibió mercadería y ropa destinada ayudar a las comunidades de Costa de Araujo y el barrio La Gloria. También frente al templo se ubicó un stand para colaborar con la remodelación de la misma a través de una "venta de ladrillos".

"Además de la acción de gracias hubo otros pedidos constantes, por el trabajo y por la paz", indicó el padre Ernesto.