Desde nuestra Agrupación de Mujeres dentro de Protectora, partido político, consideramos que es vital invertir nuestro tiempo, esfuerzo, y energía en el empoderamiento económico de las mujeres, lo cual contribuye directamente a la igualdad de género, la erradicación de la pobreza y el crecimiento económico inclusivo.
Las mujeres contribuyen de manera muy significativa a las economías, ya sea en empresas, en zonas rurales, como emprendedoras o empleadas o trabajando como cuidadoras domésticas no remuneradas.
Por otro lado, siguen sufriendo de manera desproporcionada la pobreza, la discriminación y la explotación. La discriminación de género implica que a menudo las mujeres acaban desempeñando trabajos no seguros y mal pagados, y siguen siendo una pequeña minoría en puestos directivos. La discriminación también reduce el acceso a bienes económicos como la tierra y los préstamos y limita su participación en el diseño de políticas sociales y económicas.
Otro aspecto a considerar es que el grueso de las tareas domésticas recae en las mujeres, por lo que suelen tener poco tiempo libre para aprovechar oportunidades económicas.
Entendemos que "no hay empleo pero hay trabajo", como suele decirse. Nuestro objetivo debe ser intentar arribar conjuntamente a una solución sana y digna para mejorar la calidad de vida de todas las mendocinas, lo cual, impactará en la sociedad completa.
Nuestra idea es ayudar a estas mujeres a comenzar su micro-emprendimiento, y luego acompañarlas en este proceso, hasta que puedan desarrollarlo y continuar solas.
Tal como lo ha señalado la OIT, nuestro plan de acción consiste en un "Enfoque integrado de la igualdad de género y trabajo decente. El Programa de Trabajo Decente es de carácter transversal, por lo cual su ejecución es efectiva mediante la aplicación de una política y unas intervenciones institucionales integradas y coordinadas. Ello supone diferentes objetivos estratégicos, como la promoción de los derechos fundamentales, la creación de empleo, la protección social y el diálogo social.
Aplicar un enfoque integrado de la igualdad de género y el trabajo decente forma parte de este proceso y equivale, por ejemplo, a lograr una mayor igualdad en las oportunidades de empleo mediante la adopción de medidas, que también apuntan a mejorar el acceso de la mujer a la educación, la formación profesional y la atención de salud, a la vez que se toma debidamente en cuenta el rol femenino de la economía de la prestación de cuidados, por ejemplo, mediante medidas para armonizar la vida laboral y familiar e incentivos en el ámbito laboral para la prestación de servicios de guardería y las licencias parentales.
Finalmente, nos interesa mucho la participación de las Mujeres en este nuevo escenario político. Actualmente, merced a la ley de paridad de género, se necesitarán muchas mujeres que ocupen cargos en distintos ámbitos políticos de Mendoza en las próximas elecciones. Es una gran oportunidad para intentar cambiar la historia de nuestra provincia.
Recordemos que allá por el año 1968 en Francia, muchas mujeres comenzaron a trabajar en los grupos políticos, y se dieron cuenta de que incluso entre sus compañeros, políticamente en el mismo plano que ellas, eran tratadas siempre como mujeres, que era el hombre el que hacía el discurso y la mujer la que lo tecleaba, era el hombre el que discutía con sus camaradas y ella la que preparaba el café. Esto llevó a una toma de conciencia muy, muy fuerte. "Juntémonos nosotras las mujeres y obtengamos cambios en nuestro estatuto mediante nuestra propia lucha decía Simone de Beauvoir".
Seamos agentes de cambio. Sin dudas, las mujeres podemos implementar soluciones innovadoras y efectivas para avanzar en la superación de distintos problemas sociales en el ámbito de la educación, la salud, el medio ambiente, la generación de empleo, la diversidad, la participación ciudadana y la economía solidaria.
Sólo hay que animarse a dar el primer paso.