Desde ahora, las mujeres con discapacidad que concurran al hospital Perrupato tienen prioridad de atención en el área de Ginecología y, en todo caso, sólo deberán presentar el carnet del Certificado Único de Discapacidad (CUD) para acceder a los turnos diferenciados.
Así, el Perrupato busca hacer más accesibles esos estudios médicos a un sector de la población que, estadísticamente, casi no se realiza controles ginecológicos.
La medida dispuesta por la dirección del hospital viene a completar una resolución que redactó el Perrupato a comienzos de año, con el que decidió priorizar la entrega de turnos a las personas con discapacidad.
"En salud, hay una ley que da prioridad a los discapacitados pero se aplica muy poco; lo que estamos haciendo en el Perrupato es poner en práctica esa norma y que los discapacitados, en este caso las mujeres, tengan un rápido acceso a los controles ginecológicos o a estudios específicos como el de una mamografía", comentó el director del hospital, Patricio Contreras.
La medida ya está vigente y busca ser una herramienta de prevención ya que, estadísticamente, casi el 80 por ciento de las mujeres con discapacidad no concurren a los controles ginecológicos.
"La decisión del Perrupato, de allanar los tiempos para la visita al ginecólogo, va en el buen camino porque, lamentablemente, es habitual que las chicas discapacitadas nunca hayan asistido a un control ginecológico", señaló Ferrando Alin, integrante del Centro Amigo del Discapacitado Motor (Cadim) y sigue: "El ginecólogo suele ser un tema tabú dentro de una familia donde hay una discapacitada y muchos papás suelen evitar la visita al médico, sólo porque sus hijas no han tenido relaciones sexuales".
Alin explicó que, según la Encuesta Nacional de Personas con Discapacidad (Endi), en Mendoza el 14% de las personas padece algún tipo de discapacidad: "Dentro de ese universo, 59 por ciento son mujeres y de ellas poco más del 20 por ciento va al ginecólogo", agregó.
El Perrupato tiene además un mamógrafo y esos estudios también han sido priorizados en la atención de mujeres con discapacidad. "Hay que entender que, debido a las distintas patologías, muchas discapacitadas utilizan sondas o remedios que pueden tener secuelas en el organismo y por eso, los controles ginecológicos son imprescindibles.
La norma está y lo importante ahora es darla a conocer; que la gente sepa que lo que en otras ocasiones podía significar un turno para 15 ó 20 días, ahora se trata de una atención inmediata y sin costos", dijo Alin, que trabajó la idea junto a los directivos del Perrupato y que ahora, en un segundo paso, pretende que el Concejo Deliberante de San Martín apruebe un proyecto de su autoría, para pedir exámenes ginecológicos como requisito para la entrega o renovación del Certificado Único de Discapacidad.