Una hábil timadora pampeana está detenida en San Rafael luego de estafar a comerciantes del departamento. Marisa Ester Olguín (27) concretó el ardid utilizando una tarjeta de crédito dañada por un monto que rondaría los $ 200.000.
Las denuncias que motorizaron la investigación fueron dos: el de una casa de venta de cerámicas e implementos de baño y grifería y el de una juguetería. En estos casos solamente, el monto de la estafa asciende a unos $ 80.000. Además no descartan que existan más comerciantes damnificados que no denunciaron.
La mujer oriunda de La Pampa tenía antecedentes por cometer la misma defraudación en una casa de deportes en Bahía Blanca (Buenos Aires) y también en su provincia natal. En este último caso fue condenada en abril de 2018 por un tribunal en Santa Rosa a seis meses de prisión con cumplimiento efectivo.
El modus operandi
La historia de Marisa Olguín en San Rafael se remonta a los primeros días de febrero. En todos los casos, la modalidad que empleaba para engañar a los comerciantes era la misma. Después de elegir la mercadería pasaba una tarjeta de crédito en la que todos los datos eran correctos pero tenía una "trampita": la banda magnética estaba dañada.
Como el posnet no la reconocía, la timadora decía que se le había mojado o recurría a otra mentira y los convencía para concretar la operación de manera off line. Incluso se tomaba el trabajo de guiar a los empleados del local en los pasos a seguir.
Si bien la operación es válida, hay un tiempo de demora hasta la confirmación efectiva o, caso contrario, se debe llamar a un 0800 para verificar la validez del plástico. En el apuro por cerrar el negocio o por desconocimiento, sortearon los controles y le entregaron la mercadería a la gentil cliente.
No pasó mucho hasta que la realidad golpeó a los comerciantes y concretaron la denuncia. La Unidad Investigativa sanrafelina le siguió los pasos a Olguín hasta Santa Rosa, la capital pampeana.
En colaboración con la Policía del lugar, concretaron un allanamiento en el domicilio donde Olguín vive con su pareja, detuvieron al hombre y decomisaron un Renault Sandero en el que transportaron la mercadería.
No pudieron dar con la acusada porque estaba de viaje, pero el vehículo fue la excusa perfecta para atraerla hasta San Rafael. Ayer cuando se presentó en la fiscalía a cargo de Javier Giaroli para saber qué había sucedido, fue puesta tras las rejas. No se descarta que la fiscalía apele a la figura de la "reparación integral del daño".
