En la Argentina mueren alrededor de 4.000 personas por año en accidentes de tránsito. En Mendoza, más de 300 personas por año. Un Cromañón diluido que no impacta como tragedia porque nos estamos acostumbrando. No es fatalidad, es negligencia acumulada durante décadas. A las muertes se suman heridos, secuelas físicas y psíquicas y cuantiosas pérdidas económicas por esta causa.
Para poder comparar la mortalidad entre países o la evolución a través del tiempo, se utilizan las tasas: en este caso, muertos por accidentes de tránsito cada 100.000 habitantes y por año.
En 2008 la tasa en Argentina fue de 11,8 fallecidos cada 100.000 habitantes y, en Mendoza, 19,8 cada 100.000 habitantes.
En España, en cambio, fue de 4,1 cada 100.000 habitantes.
La diferencia es amplia y mucho más si se compara la tasa por millón de automóviles en donde superamos varias veces a países como Holanda, Suecia o España.
Esta brecha es la distancia que nos separa de lo que es posible lograr. Esta brecha se mide en miles de muertes evitables, la mayoría en personas jóvenes y sanas.
Los accidentes de tránsito constituyen uno de los problemas prioritarios de salud pública en todos los países del mundo y afectan directamente el desarrollo social y económico de la sociedad en su conjunto.
Debido a la complejidad de las causas que producen los accidentes, el abordaje de su análisis y prevención debe involucrar una amplia variedad de sectores de responsabilidad que necesitan actuar de forma coordinada y conjunta.
El sector salud atiende las consecuencias pero la prevención necesita políticas específicas de múltiples sectores.
Hay medidas probadas y exitosas que requieren decisión y perseverancia en la ejecución, varias de ellas accesibles económicamente. Entre las principales podemos mencionar:
1. Incorporar educación vial en todos los niveles de la educación formal, empezando por el preescolar. Dentro de los contenidos a impartir por los docentes debe figurar la educación vial.
2. Establecer la obligación de un curso teórico práctico de conducción para toda persona que quiera obtener el carnet de conducir. Establecer por ley la obligatoriedad de aprobar un curso teórico práctico de conducción impartido por empresas privadas especializadas (autoescuelas) supervisadas por el Estado.
3. Implantar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) por medio de talleres autorizados por la cual todos los vehículos, incluidos los particulares, deben pasar obligatoriamente de forma periódica. Los vehículos nuevos, a los 5 años de fabricación y luego, cada 2 años. Esto encarece la circulación de vehículos pero salva vidas. No se puede circular sin haber pasado por la ITV.
4. Implantar el carnet por puntos inmediatamente. No más discusiones sobre si es constitucional o no. En donde se ha aplicada ha disminuido la siniestralidad.
5. Reformar el Código Penal para transformar en delitos punibles con cárcel (sin excarcelación) algunas de las infracciones graves tales como conducir sin carnet, bajo los efectos del alcohol, causar muertes por exceso de velocidad y otras.
6. Mejorar el estado de las carreteras y la señalización de todo tipo. Solamente con pintar las líneas de los márgenes de las carreteras se aumenta la seguridad de la conducción, por ejemplo.
7. Invertir en obras de infraestructura vial. Incluir siempre los elementos de seguridad en las nuevas inversiones: cruces a desnivel, semáforos, cierres perimetrales de autopistas, puentes peatonales, eliminación de pasos a nivel en vías de tren, etc.
8. Mejorar y tecnificar los sistemas de control del tránsito. Incorporar radares fijos de control de velocidad con conocimiento público de los lugares de instalación. Aumentar los controles de carreteras en puntos críticos.
9. Controlar rigurosamente el comportamiento y velocidad de los transportes públicos; especialmente: taxis, colectivos, trolebuses y ómnibus interurbanos que se encuentran involucrados en numerosos accidentes.
10. Realizar estudios de puntos críticos (lugares con elevada frecuencia de accidentes graves), determinar las causas de los accidentes en ellos y ejecutar medidas de mejora.
11. Aumentar el monto y la ejecutividad del cobro de las multas. Penalizar fuertemente las infracciones que causan muertes. Abandonar el afán recaudatorio de las multas y pasar a un sistema que sancione a los que verdaderamente son un peligro. De esta forma se conseguirá adhesión social al sistema de sanciones.
12. Perseguir a fondo algunas de las infracciones graves que más muertes causan:
* Conducir sin cinturón de seguridad.
* Conducir bajo los efectos del alcohol.
* Exceso de velocidad.
* Conducir sin carnet o con carnet vencido.
13. Obligar a que las compañías de seguros premien a los conductores que no tienen accidentes. Esto no sólo es bueno para los usuarios sino también para las empresas de seguros que deberían hacerlo por su propio beneficio económico (menos siniestralidad).
14. Incentivar a las compañías de seguros para que inviertan en prevención. No sólo porque es bueno para la sociedad sino también porque es "negocio" para ellas.
15. Incentivar a las empresas automotrices a que incorporen más medidas de seguridad en los autos. Esto es más difícil pero el Estado podría eximir de ciertas cargas a aquellas empresas que incorporaran una serie dispositivos de seguridad de última generación.
En síntesis, los accidentes de tránsito son un problema de magnitud en la salud pública actual. La tasa de accidentes de nuestro país es alta y puede reducirse con medidas cuya efectividad está probada. La diferencia es miles de muertes. Sólo se necesita la decisión de aplicar y sostener en el tiempo políticas intersectoriales.