Las piedras lanzadas contra la comisaría donde trabajaba el acusado y las amenazas de quemar el edificio fueron la forma que algunos vecinos del barrio La Favorita de Ciudad creyeron conveniente para vengar la muerte de Ricardo José Bazán. La noche del último miércoles el hombre de 29 años fue ultimado de un disparo en un operativo policial.
Mientras el auxiliar Alexis José Méndez (27) era imputado por el fiscal de Homicidios Horacio Cadile y los familiares de Bazán recibían su cuerpo para darle el último adiós, allegados a la víctima comenzaron a lanzar piedras contra la comisaría 59, emplazada en ese conglomerado de humildes vecindarios en el piedemonte capitalino.
Según confiaron fuentes policiales, eran alrededor de las 20 del jueves cuando unos 20 vecinos comenzaron a atacar la dependencia. Las piedras impactaban contra el edificio pero, afortunadamente, no provocaron heridos ni ocasionaron daños. Aunque en el patio del destacamento una camioneta Ford Ranger que estaba secuestrada sufrió la rotura del parabrisas por acción de las piedras.
El mensaje era claro: uno de ustedes mató a uno de los nuestros y vamos a vengarlo. Por eso, desde la guardia de la comisaría comunicaron que estaban siendo atacados al Centro Estratégico de Operaciones (CEO), desde donde dispusieron que varios móviles se dirigieran a la zona de conflicto. Al ver llegar a los patrulleros, los manifestantes escaparon.
Tensa calma
Durante unas dos horas cesaron los insultos y dejó de escucharse el impacto de las piedras y de otros objetos. Pero alrededor de las 22, una llamada a la guardia de la comisaría 59 volvió a generar alarma. La voz del otro lado de la línea indicaba que iban a tomar la dependencia o a prenderla fuego en venganza por el homicidio de Bazán.
Como medida preventiva se desplazaron al lugar efectivos de la Unidad de Acción Preventiva (UAP), del Cuerpo de Infantería y de la Unidad Especial de Patrullaje departamental. Además el helicóptero Halcón II sobrevoló el área para tratar de dar con los revoltosos.
Luego, los uniformados montaron un intenso operativo en toda la zona durante la noche.
Por otro lado, un pelotón de combate de Infantería pasó largas horas en el interior de la comisaría por si los allegados a Bazán cumplían la amenaza y atacaban de nuevo.
Afortunadamente, la salida del sol -luego de varias horas de alerta y tensión- trajo algo de calma. Al menos hasta el momento.
Disparos al aire para despedir al fallecido
La tranquilidad de la tarde otoñal en La Favorita se vio interrumpida ayer por el sonido de varios disparos al aire. De acuerdo al relato de fuentes policiales, las detonaciones eran parte de la despedida a Ricardo Bazán.
Es que el velatorio del hombre asesinado, quien tenía antecedentes por robo y un pedido de captura vigente, se realizó en una casa de ese vecindario.
Alrededor de las 16 de ayer, el sonido de los disparos cortó el silencio de la siesta. Luego un cortejo fúnebre conformado por un colectivo, una veintena de motos y algunos autos marchó en caravana hacia el cementerio de Capital, donde los restos de Bazán fueron inhumados.
Según trascendió, Bazán iba a ser padre por lo que, al dolor de perder a su pareja en un violento hecho, la mujer deberá cargar sola con la crianza del menor en camino.