El inminente desmantelamiento, este sábado, de
los trenes del metro más antiguos del mundo
en funcionamiento, fabricados hace cien años en Brujas, Bélgica, provoca desazón en Buenos Aires, donde se multiplican los recursos ante la justicia y los proyectos de ley para intentar salvarlos.
El gobierno de la ciudad de Buenos Aires anunció el desmantelamiento para el 12 de enero de los vagones históricos de la línea "A", la primera línea de metro del hemisferio sur (1913), construidos por "La Brugeoise, Nicaise et Delcuve", y muy apreciados por los turistas.
La desaparición anunciada de "La Brugeoise", cuyas carpinterías e iluminación semipenumbrosa con apliques en opalina mantienen un encanto de antaño y austero, conmovió a los porteños que los llaman afectuosamente "las Belgas" o "las Brujas".
Varios parlamentarios presentaron con premura proyectos de ley y recursos ante la justicia para salvarlos, pero la Legislatura y los tribunales están cerrados por vacaciones en pleno verano.
"Estos vagones pueden andar perfectamente cien años más", dice Cesario Blanco, uno de los 130 mecánicos del taller centenario de "El Polvorín", en el barrio porteño de Caballito. "Y además tienen su señorío cuando entran en sus andenes, tienen su porte", se entusiasma este hombre que repara estas máquinas desde hace más de 30 años.
Muchos, como él, no comprenden su desaparición.
"Buenos Aires está a punto de incurrir en un error que, dentro de pocos años, va a cobrar su verdadera dimensión", advierte el historiador Eduardo Lazzari.
El director de la Biblioteca Nacional, Horacio González, califica el desmantelamiento del "Subte A" (Línea A del metro) de "demolición histórica".
Se trata de las más antiguas formaciones en funcionamiento regular en el mundo, puesto que las del metro de Budapest, que datan de 1896, sólo realizan recorridos turísticos.
Sin embargo, Mauricio Macri quiere mostrar que toma las riendas, tras un largo conflicto por la gestión del metro porteño con el gobierno de la presidenta Cristina Kirchner.
"La fecha del 12 de enero es impostergable por riesgo de seguridad de los pasajeros", aseguró en una entrevista el presidente de Subtes de Buenos Aires (SBASE), Juan Pablo Piccardo.
Sin embargo, las estadísticas desmienten el argumento: la línea A, con un solo accidente con pasajeros a bordo en un siglo, es de lejos la más segura de todas las líneas de metro de Buenos Aires.
"No queremos esperar una estadística negativa para retirarlos", responde Piccardo.
Por su parte, el número dos de la alcaldía porteña, Horacio Rodríguez Larreta, ironizó sobre la madera de los antiguos vagones sugiriendo que "podrían servir para un asado" (carne asada a la parrilla).
Los vagones serán reemplazados por formaciones fabricadas en China, de donde enviaron expertos a Buenos Aires.
Javier Fernández, autor de una auditoría pedida al metro de Madrid en España por Metrovías, la prestataria del servicio de metro en Buenos Aires, concluyó que "se confunde antigüedad con inseguridad".
En cambio, la auditoría de la alcaldía, pedida al metro de Barcelona, recomienda el retiro de la decana de las formaciones del metro.
"Estos vagones (de la Brugeoise) son seguros porque nuestro trabajo es artesanal", asegura Cesario Blanco, exhibiendo su habilidad amenazada en los talleres de "las Belgas".
"El operario arma la bobina y la va colocando manualmente dentro del inducido", explica el ingeniero Eduardo Zerbo, de 48 años y responsable del taller: sobre las mesas, se pueden ver rollos de papel e hilos de cobre que se tejen como si fueran encaje.
Para él, la batalla de "La Brugeoise" es antes que nada la de un "patrimonio vivo".
El urbanista italiano Gustavo Giovannoni, inventor del término "patrimonio urbano", lanzó este debate en 1913.
La Carta de Venecia retomó en 1964 sus principios: "Las obras monumentales de los pueblos, portadoras de un mensaje espiritual del pasado, representan en la vida actual el testimonio vivo de sus tradiciones seculares", subraya el documento, también conocido como la Carta Internacional para la Conservación y Restauración de Monumentos y Sitios.
"El patrimonio forma parte de nuestra vida cotidiana·, dijo Mónica Capano, una de las coordinadoras de 50 ONG movilizadas para salvar a "Las Brujas", que convocaron a una manifestación para la noche del viernes.