Atenas. Al menos 37 migrantes, entre ellos varios niños, murieron ayer en un nuevo naufragio en el mar Egeo, tras el naufragio de la embarcación en la que trataban de llegar desde Turquía a las costas de Grecia, país miembro de la Unión Europea.
Los migrantes, entre los que había birmanos, afganos y sirios, habían salido de la provincia turca de Canakkale para intentar arribar a la cercana isla griega de Lesbos, según la agencia oficial turca Anatolia.
Imágenes de video grabadas en la costa turca mostraron a policías caminando entre varios cadáveres que llegaron flotando, entre ellos el de un niño con ropa azul oscuro.
Oficiales de la Guardia Costera dijeron que rescataron a 75 personas de la embarcación, pero funcionarios del gobierno turco temen que muchos cadáveres hayan quedado atrapados dentro del barco hundido, por lo que era probable que aumente el número de víctimas.
Este nuevo drama se suma a los sucesivos naufragios de los últimos días en el mar Egeo.
El jueves pasado, 24 migrantes, 10 de ellos niños, perecieron en otro hundimiento, frente a las costas de la isla griega de Samos.
El miércoles murieron 7 personas, entre ellas 2 niños, ahogadas frente a la isla de Kos, y la semana pasada 45 migrantes perdieron la vida en tres naufragios en la misma zona.
Pese a las condiciones invernales y las restricciones impuestas por algunos países europeos, que han restablecido controles en sus fronteras, las llegadas de refugiados no cesan.
Según la Organización Internacional de Migraciones (OIM) las llegadas de migrantes por el Mediterráneo en Europa suman 55.529 en lo que va de año, hasta el 28 de enero, es decir un promedio de unos 2.000 por día.
Durante ese período, se han producido 244 muertes en el mar, contra 82 en el mismo período de 2015 y 12 en el de 2014, según la OIM.
La inmensa mayoría de los migrantes pasaron en enero por Grecia, y en torno a solamente el 5% por Italia, según el Alto Comisionado de Refugiados de Naciones Unidas (ACNUR).