Un niño inmigrante originario de Guatemala que estaba bajo custodia del Gobierno de Estados Unidos murió ayer en un hospital del estado de Nuevo México después de haber cruzado irregularmente la frontera con México, informó la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
En un comunicado, la CBP detalló que el pequeño murió el martes pasado a la medianoche y por causas que aún se desconocen.
A principios de mes, una niña de siete años, también de Guatemala, falleció bajo custodia de las autoridades migratorias de Estados Unidos supuestamente por deshidratación y tras haber cruzado ilegalmente la frontera a través de una zona desértica del estado de Nuevo México.
Según detalla la CBP, el pequeño comenzó a mostrar signos de "una posible enfermedad" el lunes mientras estaba bajo custodia de los agentes fronterizos.
Uno de los agentes observó que el niño no se encontraba bien y, a continuación, fue trasladado con su padre al hospital Gerald Champion Regional, en la ciudad de Alamogordo, que se encuentra en el estado de Nuevo México y en el desierto de Chihuahua.
Una vez en el hospital, los médicos determinaron que el niño sufría un resfriado común y, cuando iban a darle el alta, se dieron cuenta de que tenía fiebre, reportó la agencia de noticias EFE.
De esa forma, el menor estuvo en el centro médico otros 90 minutos en observación y, finalmente, el equipo médico le dio el alta en la tarde del lunes y le prescribieron ibuprofeno y amoxicilina.
El lunes por la noche, el niño comenzó a tener náuseas y vómitos, de forma que los agentes migratorios decidieron volver a trasladarlo al hospital Gerald Champion Regional, donde murió poco después de la media noche.
Como es habitual en estos casos, el Departamento de Seguridad Nacional, que controla la política migratoria y supervisa la CBP, informó de la muerte del menor al Congreso y se espera una investigación.
Pedido a EE.UU
Investigación. La Cancillería de Guatemala solicitó una investigación "clara" y en "resguardo" del debido proceso acerca de la muerte del menor ocurrida bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza de EEUU. El cónsul de Guatemala en Phoenix, Óscar Padilla Lam, seguirá el caso.