Normalmente cada mueble tiene una función muy clara. El sofá es para sentarse, la lámpara para iluminar y la cama para dormir. Pero no tiene por qué ser así, y de hecho muchos diseñadores proponen romper con esas funcionalidades predeterminadas.
El canadiense Philippe Malouin fue uno de los diseñadores convocados a desarrollar ideas en base a categorías de muebles ya existentes.
Así es como surgió la idea de diseñar una silla para la marca Umbra Shift, de Toronto, que combina la practicidad de una silla plegable con una percha para la ropa.
La diseñadora turca Bilge Nur Saltik también trabaja en esa dirección. Su serie Loud Objects presenta accesorios como floreros, fuentes y candeleros que, pese a ser de mármol y en apariencia bastante clásicos, no sólo tienen fines decorativos.
Todos tienen altavoces incorporados que operan por bluetooth, con lo cual se puede elegir una canción de Rihanna o de Frank Ocean y hacerlo sonar a través de un objeto activándolo desde una app del móvil.
El japonés Oki Sato, del estudio Nendo, hizo algo similar al diseñar la Lamp Shower para Axor, del fabricante alemán Hansgrohe. Fusionó la luz con el agua.
Su ducha simula la pantalla de una lámpara sin desplegar y el agua cae de allí como lluvia bajo una luz tenue. Su objetivo era crear una experiencia nueva transformando la luz eléctrica en un elemento más natural.
El estudio Chen Karlsson, con sede en Estocolmo, diseñó una lámpara llamada Favorite Things Lamp hecha de plástico transparente con una abertura circular que permite colocar pequeños objetos dentro de la lámpara.
La lámpara es una iluminación perfecta para la mesa del comerdor. Arroja una luz cálida sobre el lugar de encuentro en el hogar y, además, es escenario lumínico de los pequeños tesoros cotidianos.