Muchas verdades, pocas ideas

Muchas verdades, pocas ideas

Rodolfo Cavagnaro - Especial para Los Andes

Desde que asumió sus funciones el gobernador Cornejo se ha venido encargando de hablar de lo mal que está la situación de la Provincia, del estado de crisis, de la imposibilidad de que el Estado haga nada porque todos los recursos se van en sueldos y todos los días nos recuerdan eso, sobre todo ahora que negocian paritarias.

Realmente, que la situación es grave todos la saben, pero no se puede estar repitiendo eso permanentemente sin, a la par, estar formulando políticas, y sobre todo discursos, que permitan soñar con que hay una luz al final del camino.

Para comenzar, si la crisis es terminal, no deberían estar aumentando sueldos, porque eso solo ya es un acto de irresponsabilidad. Hubiera sido más honesto decir que no hay plata y el punto de partida hubiera sido distinto. Pero con ofrecimientos raros, llenos de inventos mal explicados y mal aplicados, todos tienen en claro que hay plata pero que a algunos los quieren castigar. Aunque no sea el objetivo, es la imagen que transfieren.

Administrar la crisis
Cuando un gobierno asume en un contexto de crisis es elegido para que administre la crisis y plantee caminos por los cuales se pueda seguir para poder salir, pero esta gestión está tan preocupada por hablar de la crisis heredada que se está olvidando de que la gente necesita esperanzas. Para eso eligió a estos gobernantes. Para hablar de la crisis estamos los que nos dedicamos a dar malas noticias.

Administrar la crisis no es solamente buscar monedas en el fondo de la lata o pedir prestado. También implica poner en marcha la imaginación para entusiasmar a los que se tienen que movilizar, entusiasmar a los que tienen que invertir, seducir a lo que podrían venir de afuera a invertir. El mensaje actual es “no vengas que esto es un desastre”. Más allá de que sea verdad, no debe ser la actitud del político.

Es que una de las mejores formas de salir de la crisis es crear un clima positivo, como diciendo “se puede” (o el que se elija), pero algo que movilice a la sociedad, algo que sea medianamente creíble. Las profecías autocumplibles no sólo son negativas, también funcionan en sentido positivo

Hace falta rescatar viejas metas sociales que han quedado inconclusas o pendientes como cosas que nunca llegarán y trazar una mística que pueda movilizar los espíritus o al menos los debates por el futuro. El problema es que con la carencia de motivaciones las preocupaciones ganan los espíritus. Hoy Cornejo está consiguiendo cosas que parecían imposibles: que se unan los gremios y, ahora, que se unan las agrupaciones empresarias.

Precisamente es la falta de ideas que planteen un horizonte, por difíciles que puedan resultar los desafíos, lo que preocupa mucho a las entidades empresarias. Ellos saben que si no hay crecimiento y el gobierno sigue aumentando sueldos a los estatales ellos deberán seguir despidiendo personal asediados por una presión impositiva que los asfixia cada día más.

Lo que no se hace o no se sabe
En Mendoza hay muchas cosas pendientes que no deben detenerse y son fundamentales para el futuro de la provincia. Una de las más importantes tiene que ver con el sistema de ordenamiento territorial, que hace 20 años está pendiente de resolución y no es admisible que se siga retrasando. No sabemos qué se está haciendo, si es que se está haciendo algo.

Las consecuencias de la aplicación del ítem Aula en la educación no se puede medir en triunfos o derrotas. Lo cierto es que su aplicación ha sido tan confusa, al igual que las liquidaciones, que muchos docentes no saben por qué les han hecho algunos descuentos y no encuentran respuestas.

Tampoco saben qué cobrarán en el futuro. Aunque el gobierno crea que ganó en la puja con el sindicalismo, han sufrido una profunda derrota en el objetivo de mejorar la calidad educativa.

Hoy los docentes, que nos les creen a los sindicalistas, tampoco le creen al gobierno. Están desanimados, desorientados y desganados. Los actos en los colegios son pobres, solo formales, y la convivencia dentro de las escuelas es complicada. Además, los padres, en muchos colegios, están queriendo tomar una participación inusitada, cuando no se ocupan de educar a sus hijos en casa.

Los docentes dicen que todos los días llegan normas nuevas y muchas, al día siguiente son modificadas porque contiene errores groseros y no tienen idea acerca de los objetivos del gobierno o de las autoridades educativas. No estaría mal ser un poco claros para que todos puedan saber.

Otro tema lleno de oscuridades es el referido a las obras pendientes para la provincia. Portezuelo del Viento, Los Blancos, Túnel Trasandino, anillos de circunvalación, entre otros. No se sabe qué tareas pendientes tiene la Provincia para que se concreten, qué negociaciones se hacen para que se concreten. Lo paradójico es que la única obra anunciada no estaba en planes, que es la doble vía a San Juan, y salió sorpresivamente por una concesión de Macri al gobernador de San Juan, ya que nunca estuvo en los planes de Cornejo.

Se han llenado los casilleros de cargos pero no se sabe qué se está haciendo. Sólo iniciativas de energías renovables que dependen de condiciones que no fija la Provincia, como es el precio, el financiamiento y la certidumbre del tipo de cambio.

El resto de las actividades económicas tradicionales están estancadas. No hay gestiones para aperturas de mercados. No hay herramientas de financiamiento ni certeza acerca de los caminos que el gobierno quiere recorrer.

Aclaro que no se sabe por qué, en realidad, el sistema de comunicación del gobierno es muy pobre e ineficiente, sumado a funcionarios que no les gusta hablar, cuando su obligación es rendir cuentas en forma permanente para que la población sepa qué hacen sus representantes, además de hablar siempre de crisis. Es decir, qué hacen o piensan hacer para ayudar a la población que los eligió para salir.

Es hora de cambiar el discurso. Ya sabemos que hay crisis. La gente quieren saber qué van hacer para construir el futuro, si es que tienen ideas.

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