De este modo, la gente queda encerrada en una discusión que no hace más que profundizar la grieta política que se instaló en la Argentina y que responde a la intención de unos (el oficialismo) y otros (el kirchnerismo) de polarizar la situación, con el objetivo de impedir el ingreso de algún candidato restante a través de la denominada "avenida del medio". Cada vez que se plantea esta última situación, todos miran hacia otro lado, pero la realidad y los hechos son claros y concretos.
Resultaría interesante que los dirigentes políticos sepan escuchar a la gente y respondan a sus inquietudes. Instalaron un nuevo sistema para las elecciones, a través de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) y los mismos que las impulsaron se encargaron de desconocerla, conformando nuevas agrupaciones políticas para evitar precisamente la interna.
Ello ha llevado a que la mayoría de la ciudadanía considere que las PASO son inútiles y que deberían dejar de ser obligatorias, mientras un dirigente (peronista) aseguró desde su soledad que el 70 por ciento de la gente está en contra de ese tipo de compulsa electoral porque no cumplen con el objetivo de democratizar los partidos, "ya que los candidatos siguen siendo elegidos a dedo, continúan las listas sábana y hasta persisten las candidaturas testimoniales".
La globalización -en el caso que nos ocupa, la nacionalización- de la información ha llevado también a la confusión a los votantes. Muchos mendocinos se suman a la discusión de candidatos a los que ellos no podrán votar, porque pertenecen a la provincia de Buenos Aires o a la Capital Federal, mientras en el caso provincial los planteos pasan casi desapercibidos y son absorbidos por esa polarización "nacional" que alcanza inclusive a otras provincias.
A modo de planteos de campaña las "plataformas" se concentran en denuncias sobre "la situación actual", de parte del kirchnerismo y "la herencia recibida", desde el oficialismo, sin un mínimo contenido de autocrítica. No tienen en cuenta y por lo tanto no advierten que la gente quiere escuchar las propuestas sobre los temas que realmente les preocupan y que se advierten a través de las encuestas "serias" en razón de que no hacen referencia a candidatos en particular.
Esos sondeos señalan que el desempleo se encuentra en primer lugar de la preocupación, con un 32 por ciento de la gente, seguido por la inseguridad (un 29,5 por ciento), la corrupción (un 11,5 por ciento), la inflación (un 10,2 por ciento), la educación, con un 5,3 por ciento, el narcotráfico con un 4,5 por ciento y la salud con un 2,6 por ciento.
Lo que determina también que temas coyunturales, como la desocupación y la inseguridad, superan por una inmensa diferencia a los estructurales, como la educación y la salud, siendo que en estos últimos dos puntos está contenido el bienestar, o no, de las futuras generaciones. Algo, entonces, no está funcionando bien.
En el caso específico de Mendoza, resultaría interesante que los dirigentes de los partidos en los que habrá internas -en los hechos los dos principales de acuerdo con los últimos resultados- informen a la ciudadanía sobre lo que proponen para responder a las inquietudes señaladas en el párrafo anterior, a los que deberían sumarse los problemas que afectan a la economía regional, como sucede con las denuncias efectuadas por sectores vitivinícolas, por señalar sólo un ejemplo o el apoyo a la ampliación productiva, como se ha señalado en el caso de la ganadería.
