"Me voy a poner re cursi, pero ya fue. Se estrena la película con más amor puesto en el mundo, con el equipo más pulenta. Me tocó interpretar a una de las mujeres más hermosas y valientes que puede haber existido. Soy feliz". Hace unos días, Vera Spinetta posteaba en su Instagram el afiche de la película "Soledad", junto a estas palabras.
Emocionada, la hija de Luis Alberto agradecía también a Agustina Macri (sí, la hija mayor de Mauricio Macri) quien, luego de una carrera como productora, se lanza a dirigir. Se trata, pues, de su opera prima, inspirada en el libro de Martín Caparrós, "Amor y Anarquía. La vida urgente de Soledad Rosas (1974 - 1998)".
Un libro que, a su vez, está basado en la impresionante historia de la joven porteña de clase media que se convirtió en okupa en Turín, fue demonizada por la prensa y las fuerzas de seguridad italianas como terrorista y se suicidó presa a los 24 años para convertirse así en ícono del anarquismo a fines de los '90.
Al afiche de la película de Macri se superpone, en la memoria, otra imagen: la foto de Soledad, esposada, custodiada por sus carceleros italianos, acusada de ecoterrorismo y subversión.
Con su vista fija en la cámara, rapada, pequeña pero firme, haciendo un fuck you con ambos dedos mayores.
Con ese tremendo personaje se involucró Agustina para lanzarse a su primer largometraje. Y, tras el entusiasmo de Vera, su protagonista, los comentarios sarcásticos no se hicieron esperar: ¿La hija del presidente neoliberal haciendo la película sobre la militante anarquista?
Algunos opinan que ni ella ni el movimiento querrían mártires. Que esto es lucrar con su memoria. Que nadie la comprendió. Pero recién el 20 de setiembre, cuando se estrene la película, sabremos cuál es la 'lectura' que hizo Agustina de este caso real y de qué forma pensó traducir su interpretación en la pantalla.
Para cortar cruces picantes, Vera respondió en su misma red: "La película fue hecha honrando la memoria de Sole, de Edo y del movimiento anarquista. Agustina es una persona independiente de su padre, así como yo también lo soy del mío. No hay lucro, esto es cine.
El arte es arte, tratemos de ser un poco más objetivos, a no meter a todos y todo en una misma bolsa. Hicimos una película amando la ideología, la convicción, la forma de Soledad. Eso cuenta esta historia. Intentemos corrernos del lugar obvio de juzgar siempre. El deseo, el nuestro al menos, fue contar lo hermosa que ella fue".
Esa hermosura, la de la mujer que lucha, ya había aparecido en un tema de "Último bondi a Finisterre", el álbum de Los Redondos que salió el mismo año de la muerte de Soledad: "La Sole se fue, de lo linda que era", canta el Indio Solari sobre el final de "Esto es to-to-todo amigos!"
La otra Soledad
María Soledad Rosas nació el 23 de mayo de 1974. Hija de la clase media argentina defensora de "las buenas costumbres", estudió para un futuro solvente, pero al terminar la secundaria, se empezó a correr de los esquemas. Empezó a pasear perros. A vincularse con los amigos del parque. A descubrir otras formas de libertad, relaciones y solidaridad. Se acercó al Grupo Autogestivo por la Liberación Animal y Humana (Gaplah), una mezcla de ecologistas con incipientes ideas libertarias.
Estudió Administración hotelera y los padres le regalaron un viaje a Europa. Allí encontró un movimiento que la fascinó: al llegar a Turín, dio con el mundo okupa.
En la foto del pasaporte con el que entró a Italia en junio de 1997, María Soledad Rosas era casi una niña "neohippie". Así llegó al Asilo, una de las principales casas tomadas en Turín. En ese momento, su vida hizo un giro. Y se desencadenó una serie de hechos externos que acabarían en lo fatal. Para ella y para Edo, su amor.
Martín Caparrós escribió: "Quiero reconocerlo: lo primero que me llamó la atención fue su muerte. Los diarios la contaban y decían que habían sido por una causa o un amor: en los últimos días de aquel siglo, las razones sonaban tan extrañas. Morir por una idea o por una pasión son dos anacronismos diferentes, pero participan de la misma esperanza: que mas allá de aquí y ahora existe algo mejor, sin lo cual todo esto es muy poquita cosa.
La muerte de Soledad me llevó a la de su novio, Edoardo: este libro podía haber sido la historia de dos muertes solitarias -y por lo tanto misteriosas. Un hombre y una mujer que se amaron aparecen colgados de formas semejantes en una celda y una granja del Piamonte", escribió Caparrós.
El gobierno italiano construyó su enemigo. Tres jóvenes okupas se transformaron, gracias a la inescrupulosidad y falta de seriedad de los medios, en los terroristas más peligrosos del país.
¿Qué habían hecho? Repasemos la historia. En el Asilo, Soledad encontró amigos, organizó actividades, reforzó su desprecio hacia la policía y se enamoró de Edoardo Massari, conocido como Baleno, que en italiano significa "rayo" .
Junto a un pequeño grupo, la chica argentina okupó una vieja construcción en Collegno, en las afueras de Turín para convertirlo en otro nodo de actividades culturales y políticas. Pero ya estaba sobre ellos la policía.
El 5 de marzo de 1998, las fuerzas de seguridad los arrestaron allí mismo. De ese día es la foto que la muestra desafiante. Los detenidos -Soledad, Baleno y Silvano- fueron asimilados a los Lobos Grises, un grupo de protesta armado.
¿La acusación para los tres? Asociación subversiva con finalidad de terrorismo y subversión del orden democrático, artículo 270 bis del Código Penal italiano, el mismo que se usó para combatir a las Brigadas Rojas. La pena suponía de siete a quince años de prisión.
Se convirtieron en íconos de la resistencia y el movimiento anarquista generó manifestaciones para su liberación. Pero los medios no claudicaron en demonizarlos.
Martín Caparrós se enteró de esta historia años después de que Soledad se suicidara en el encierro de una granja, el 11 de julio de 1998. Como su novio, se ahorcó.
Soledad Rosas ha pasado a la historia como la primera okupa argentina en ser reconocida a nivel internacional durante el siglo XX.
La primavera
Además de Vera Spinetta, el filme "Soledad" cuenta con las actuaciones de Giulio Corso, Marco Leonardi, Marco Cocci, Luis Luque, Silvia Kutika, Fabiana García Lago, Flor Dyszel y Julián Tello. El guión fue realizado por la hija del Presidente y Paolo Logli. Agustina compró los derechos del libro "Amor y Anarquía" y realizó una versión libre.
El film será estrenado justo cuando estalle la primavera. Vera Spinetta, actual pareja de Juan Saieg (Usted Señalemelo) cuenta con el italiano Giulio Corso como co-protagonista en el film.
En cuanto a la directora, sabemos que transita desde hace años el mundo del cine en el rol de productora.
Agustina Macri es la mayor de tres hermanos -Gimena y Francisco- fruto del primer matrimonio del presidente Mauricio Macri con Ivonne Bordeu. Sus padres se separaron cuando ella tenía 9 años.
Durante su niñez y adolescencia, Agustina se refugió en el fútbol femenino. Pero ni bien terminó la secundaria en el Northlands se interesó por la carrera de sociología en la UBA y por el arte que siempre estuvo presente en su casa materna.
Dejó sociología para dedicarse a estudiar cinematografía. Viajó a Europa para estudiar creación de documentales y luego volvió a Buenos Aires con Macri ya electo jefe de Gobierno.
En 2008 realizó un documental en el marco de los 100 años del Teatro Colón. En el film se evidenció el deterioro del emblemático teatro. Al tiempo, iniciaron las obras de restauración.
Agustina trabajó con los directores argentinos Daniel Burman y José Luis Marqués, quien dirigió "Fuckland", el film grabado clandestinamente en las Islas Malvinas.
Estos antecedentes corroboran aún más lo desafiante de su debut como directora.
Nosotros y los otros
El siguiente fragmento pertenece al cuaderno personal de Soledad (escrito durante el arresto domiciliario) y fue reproducido por Martín Caparrós en el libro ya citado. Retrata bien su forma de pensar:
"Me pregunto tanto en estos días cómo debo luchar, cuál debe ser mi estrategia... Silvano en la cárcel, Edo muerto, yo también. En estos días sólo pienso en la destrucción, creo que es la única salida. Una destrucción definitiva porque mi terrible dolor no me deja ver más allá. Antes del 5 de marzo todavía tenía una esperanza de cambio. Estaba convencida de que de una manera u otra nuestras acciones -bellísimas- llevaban a algo mejor. Pero un grupito de bastardos aquella noche entró a casa.
Abrimos la puerta y treinta canas con perros irrumpieron en nuestra vida. Ojos llenos de sangre, manos primitivas que en diez segundos rompían todo el trabajo que habíamos hecho, materiales escritos, diarios, discos, herramientas, cartas, plantas, todo por el suelo. Edo y yo nos mirábamos a los ojos sin hablarnos, los dos con los ojos llenos de lágrimas. Sabíamos que ésa sería nuestra última noche juntos. Estos bastardos quisieron incluso destruir el amor...
Esa noche dieron una orden y las tropas en uniforme invadieron nuestra casa a la búsqueda de pruebas para encarcelarnos. ¿Qué buscan? Nos han dicho que buscan elementos que demuestren la existencia de una banda armada. Banda no es nada, es demasiado poco y no podría contener nuestras desmesuradas intenciones, sólo podría comprimir nuestras incontenibles explosiones. Banda armada es la policía; nosotros somos guerreros. El que se levanta contra la opresión propia y ajena es el único realmente libre. Cualquiera que no tema lo desconocido es libre de elegir los instrumentos que prefiera según las circunstancias y las actitudes individuales, sin límites.
Era una investigación que venía de lejos. Largo trabajo el suyo, el de espiarnos días y días. Gran tecnología tras de nosotros: micrófonos espías, microtelecámaras, relevamientos satelitales, seguimientos, monitoreos sin pausa, que les habían permitido ya hace dos meses 'hipotetizar nuestra relación con por lo menos tres atentados'. Están orgullosos de sus sofisticados medios de investigación... ¿Se acabó el terror en Valle de Susa o todavía quedan otros bombarderos? Es demasiado rápido para cantar victoria. Su imaginación es demasiado sucia, vieron demasiados policiales americanos. ¿Banda armada, asociación de ecoterroristas? Demasiada poca cosa para nosotros, somos mucho más que eso. Estas palabras limitan nuestras verdaderas intenciones de destrucción sin límites, sin miedo. Asociación es todo el aparato jurídico, ecoterroristas son los del TAV que devastan el valle para aumentar su control. Nosotros somos guerreros. ¿Silvano, jefe de una banda? No me hagan reír, no es tiempo de reír."