La primera reunión del consejo directivo de la CGT después de las PASO, que arrojaron un resultado nacional favorable al Gobierno, amenaza con convertirse hoy en un escenario de fuerte disputa interna en torno a la estrategia a seguir y con el riesgo de una eventual ruptura en el corto plazo.
El asunto central de la segura pelea interna en la conducción cegetista, que se reunirá desde las 14 en su sede histórica de la calle Azopardo, será la realización o no de la jornada de protesta contra la política económica y social del gobierno de Mauricio Macri que aprobó el 28 de julio pasado el agitado encuentro de secretarios generales ampliado de la central que se hizo en Ferro.
Ni bien se conocieron los resultados de la PASO, los gremios mayoritarios de la CGT se reunieron y resolvieron no participar de la marcha del martes próximo por considerar que como aquellos favorecieron a nivel nacional al Gobierno, la protesta sería ir a contramano del pronunciamiento electoral; más aún si se tiene en cuenta que en dos actos anteriores (el del 7 de marzo, el principal) la conducción cegetista fue objeto de reprobaciones públicas.
Esa posición se discutió en una reunión en el sindicato de Sanidad con las presencias de los anfitriones, el triunviro cegetista y diputado nacional Héctor Daer y Carlos West Ocampo; Armando Cavalieri (Comercio), Francisco Gutiérrez (UOM), Sergio Romero (docentes privados UDA), Víctor Santa María (encargados de edificios), Carlos Sueyro (aduanas), Héctor Laplace (mineros), Noé Ruiz (modelos) y Omar Plaini (canillitas). También participaron Andrés Rodríguez (estatal Upcn) y José Luis Lingeri (obras sanitarias), de los llamados “independientes”.
De allí surgió la posición de “los gordos”, dirigentes de los grandes sindicatos, de llevar a la reunión de hoy la moción de suspender la movilización del 22, primer aniversario del congreso reunificador de la CGT que determinó la conducción tricéfala, que se haría en Plaza de Mayo.
Los “independientes”, en cambio, no comparten esa posición y buscarían mediar entre aquellos y el sector “duro” minoritario que integran los sindicatos del transporte agrupados en la Catt, que lidera el triunviro Juan Carlos Schmid (dragado y balizamiento), detrás del cual está el camionero Hugo Moyano.
Así lo anticipó ayer el estatal Rodríguez. “Buscaremos unificar a través de una síntesis que contenga a todos”, dijo, aunque afirmó que la movilización del 22 “nunca fue enfocada como un problema político (supeditado al resultado de las PASO) sino como una exteriorización de una realidad bastante acuciante en vastos sectores de la población”.
A favor de cumplir con la protesta que se aprobó en Ferro, aparecieron ayer Schmid y Plaini. El jefe de la estratégica confederación de sindicatos del transporte dijo ante las versiones de que “los gordos” darán un paso al costado: “La probabilidad de que se haga la movilización es total, de un 100 por ciento”, dijo Schmid, al tiempo que advirtió que los sindicatos que declinen participar “estarán vulnerando la decisión que tomaron en el último plenario nacional de secretarios generales” en Ferro.
El canillita, a su vez, dijo que “si se tomó un compromiso hay que cumplirlo” y que pese a que el Gobierno recibió un respaldo en las PASO, “la conflictividad social está”.
Luego, un comunicado de la CGT con el título “Las decisiones orgánicas están para cumplirse”, exigió al consejo directivo cumplir con el “mandato unánime” de marchar el 22. También exigió respetar la resolución para determinar un paro nacional y un “plan de acción” posterior.