A partir de las 10, seis gremios estatales cortarán el tránsito en San Martín y Garibaldi y se movilizarán por el centro para llegar a Casa de Gobierno. Mientras suene el bullicio en la explanada, una delegación conformada por las autoridades de los sindicatos será recibida por el ministro de Gobierno, Víctor Ibáñez. En Casa de Gobierno aseguran que habrá diálogo con los gremios.
Los sindicatos son ATE, SUTE, Judiciales, APEL (legislativos), Casino (Upjyc). A ellos se suman los docentes de la Universidad Nacional de Cuyo, que sumarán número, porque el gobierno provincial no es el empleador de los docentes universitarios. El grupo se llama Frente de Unidad Estatal y suman fuerzas para su debut en la calle, mañana.
Se juntarán a las 10, aunque se cree que esperarán a hacer número y bullicio en la esquina céntrica, para luego marchar hacia Casa de Gobierno. El itinerario que harán para llegar al destino final no ha trascendido.
"El Gobierno provincial tiene que llamar formalmente a paritarias a todos los sectores para empezar a negociar el salario y las condiciones laborales de todos los trabajadores estatales. Hasta hoy no hemos tenido comunicación formal del llamado a paritarias, que es lo que estamos reclamando nosotros. Por ende, mañana nos vamos a movilizar y vamos a partir desde el kilómetro cero de la Ciudad a partir de las 10 con concentración y movilización a Casa de Gobierno", decía ayer el titular de ATE, Roberto Macho, a radio Mitre Mendoza.
El pedido de los gremios de los trabajadores de la provincia es la apertura inmediata de paritarias y el mantenimiento de la cláusula gatillo como mecanismo de actualización salarial.
El pedido de paritarias no supone un problema para el Gobierno, a pesar de que aún no trasciende fecha de inicio de la negociación. Sí es un problema la cláusula gatillo, a la que el gobernador Rodolfo Suárez ya le ha bajado el pulgar aún antes de asumir. En octubre, el entonces gobernador electo dijo: "La cláusula gatillo es insostenible en el tiempo. Con los niveles de inflación esa cláusula va a terminar perjudicando al propio trabajador estatal".
La caída en términos reales de la recaudación (creció menos que la inflación), mientras que los salarios lo hicieron al ritmo del índice de precios, es el argumento de Suárez para dar por terminada la cláusula de actualización.
Tampoco hay fecha de paritarias. Los voceros del gobierno no arriesgan fechas y señalan que no se sabe cuál será el tenor de la charla con el ministro Ibáñez. Sólo prometen que cuando lleguen los manifestantes, Ibáñez recibirá a los dirigentes y que habrá predisposición al diálogo.