Enamorados de sus vehículos y ansiosos por compartir las historias que quedaron guardadas detrás de miles de kilómetros recorridos por rutas y caminos, los dueños de unas 200 motos antiguas de todo el país participan en Mendoza del 51° Rally Nacional, denominado "Entre Cepas y Cielo" y que culmina hoy.
Ayer, la originalidad de cada una de las máquinas fabricadas en distintas épocas y restauradas en varias oportunidades fue expuesta al público, por la tarde, en las instalaciones del Liceo Militar General Espejo. Allí, se vio a fanáticos motoqueros llegados de otras provincias y también desde Chile. Al sonido de estrepitosos motores, cada uno se ubicó en un lugar determinado y con un número asignado dentro de uno de los predios verdes del Liceo.
Muchos, conocedores acérrimos de los secretos de la mecánica, aprovecharon el momento para reencontrarse con los conocidos de otros encuentros y rallys. Así, a la "reunión" que tiene como escenario Mendoza llegaron expertos en el arte de mejorar y mantener los vehículos, pero tampoco faltaron aquellos entusiasmados por apreciar y conocer de cerca motos clásicas de Harley Davidson o Indian, entre otras marcas.
Cada coleccionista presentó un modelo distinto y con particularidades que los distinguen del resto. Félix Virili, por ejemplo, se instaló con su moto de origen italiano Guzzi de 235 cc, tipo "Lodola". El hombre de 77 años contó que durante toda su vida el amor por las motos se mantuvo intacto. De hecho, desde muy joven tuvo un taller mecánico, gracias al que se mantuvo hasta hace poco, cuando se jubiló y decidió dedicar todo su conocimiento y creatividad para hacer lo que siempre había deseado: restaurar una moto para él.
Justamente, hace cinco años en Avellaneda (Santa Fe), donde nació y vive actualmente, se encontró abandonada la moto que eligió para participar de este rally.
Con paciencia y mucho esmero, Félix se abocó a la tarea de remozarla. Cambió bulones, rectificó los cilindros y entre tantos otros detalles importantes, mejoró su pintura; siempre respetando el estilo original. Una vez que su máquina estuvo a punto, el hombre no dudó en salir a andar. Con ella recorrió los paisajes de las sierras cordobesas y otros senderos del país, donde -asegura- sintió mucha paz.
Esa misma pasión por las dos ruedas es la que movilizó a Rodolfo Huequín (66) a viajar desde Santiago del Estero hasta nuestra provincia junto a su hijo y su nieto. Con alegría, estos fanáticos de tres generaciones mostraron con orgullo las motos que durante años han sabido cuidar y también disfrutar. Apoyado en la Indian 1.200 cc del año ?47 que él mismo armó en base a sus conocimientos de herrería y mecánica, Rodolfo contó que en su provincia tiene una colección de motos, dos de las cuales trajo a Mendoza.
El santiagueño aseguró que en estos eventos no sólo disfruta el hecho de exponer las motos y conocer las de otros: "Me gusta el compañerismo que se vive; es como una familia de personas que gustan de lo mismo, es una diversión muy sana", destacó el hombre que ya ha participado de 45 rallys con su Indian, que tiene encendido "a patada", embrague al pie y freno de mano, entre otras particularidades.
Por ella, asegura, le han llegado a ofrecer hasta 35 mil dólares. "Siempre me preguntan si la vendo, pero la respuesta siempre es que no, porque además ya tiene dueños: mis hijos y nietos", declaró convencido Rodolfo.