A partir del 15 de junio los motociclistas de todo el país deberán circular por rutas nacionales no sólo con sus papeles y documentación en regla sino también con el número de patente grabado en su casco.
En caso de llevar un acompañante éste deberá también portar el casco con la misma identificación y un chaleco reflectivo en el que se puedan leer los números y letras, tanto al frente como en la espalda.
La medida entrará en vigencia el 15 de junio y fue oficializada ayer, luego de que un decreto presidencial modificara la Ley nacional de Tránsito. Si bien se trata de una norma nacional y que regirá en las rutas nacionales (las que pasan por Mendoza y por cualquiera otra provincia), motociclistas mendocinos rechazan esta nueva disposición al considerarla "discriminadora".
"Se está estigmatizando a cualquiera que use una moto y catalogando como delincuente. Se les está marcando la cabeza con números y letras. Es como volver a los campos de concentración nazis durante la Segunda Guerra Mundial", comparó indignado Jorge Calderón, quien no sólo ha hecho de su moto una forma de vida y es el presidente del club de motos Cruzados de la ruta.
Desde las 17, miembros de clubes nucleados en la asociación Motociclistas Unidos de Mendoza (MUM), cadetes, trabajadores de delivery y todas aquellas personas que utilizan la moto en el día a día, harán una "movilización pacífica" desde el predio de la Virgen (Guaymallén) hasta la Legislatura provincial.
“Va a terminar siendo la pantalla perfecta que necesita un delincuente. A mí mañana me roban la moto y después el delincuente sale a robar con mi casco y mi chaleco. El que queda pegado soy yo”, destacó Alejandro Batistelli, otro motociclista que participará de la movilización hoy.
Desde la ONG Protectora ya prepararon un amparo para presentar a la Justicia solicitando la inconstitucionalidad de la renovada norma. Asistirán gratuitamente a los motociclistas y adelantaron que llegarán con denuncias hasta el Inadi al considerar que se trata de un claro caso de discriminación.
El subsecretario de Relaciones Institucionales del Ministerio de Seguridad de la provincia, Néstor Majul, aclaró que esta ley no rige para los motociclistas que transiten por calles o vías provinciales. "En los próximos días definiremos cómo se implementará en las rutas nacionales de la provincia. La autoridad de aplicación y control será Gendarmería", indicó.
Marcados
Hace 7 años, el ex intendente de la Ciudad de Mendoza, Víctor Fayad, impulsó una ordenanza que perseguía el mismo objetivo que la renovada norma nacional: identificar a los motociclistas con una calcomanía en sus cascos, donde pudieran leerse los datos de la chapa patente.
En aquel entonces el motor de la iniciativa fue el mismo que hoy mueve a las autoridades nacionales, y que es ir contra aquellos que cometen ilícitos a bordo de sus motos y que son conocidos como “motochorros”.
"Un decreto no puede reformar una ley nacional. La iniciativa debería haber entrado por el Congreso. Además se está invitando a las provincias que adhieren a la ley a que suscriban a esa barrabasada. Pensando bien las cosas, ¿qué ladrón se va a poner un casco y un chaleco de su propiedad para salir a robar", agregó Calderón (63), quien también en su momento formó parte de la cruzada contra la iniciativa capitalina y luego conformó una agrupación de motociclistas solidarios que llevaban mercadería a quienes menos tienen.
"La gente que trabaja y hace bien las cosas lleva su documentación ya. Acá el problema no es la identificación, sino que no hay controles policiales suficientes. Si existieran, sería más fácil controlar y no haría falta llegar a esto", concluyó.
En la misma sintonía, Batistelli se refirió a la discriminación que implica esto. "En las cárceles argentinas, y por una iniciativa basada en los Derechos Humanos, no se identifica a los presos con números ya que eso implica estigmatizarlos. Y ahora a nosotros, que somos obreros y laburamos para poder tener nuestra moto, nos quieren marcar. Hay una criminalización. Se nos considera motochorros sólo por tener motos. El número que me identifica es mi DNI que siempre llevo conmigo, no uno grabado en un casco", acotó Batistelli.
"Acá lo que hace falta son más controles policiales y así, de paso, recuperamos las motos que nos han robado también. Medidas como la de los cascos marcados ya se han implementado en otros países y no dieron resultado", cerró.
Liliana Yáñez también mostró su preocupación por la ley. "Yo uso la moto para viajar. En mi familia vamos en moto a todos lados. El problema acá es que nos meten a todos en la misma bolsa, te marcan y te persiguen sólo por tener moto”, acotó. José Luis Ramón, uno de los abogados de la asociación de defensa del consumidor Protectora, se refirió también al polémico cambio.
“El grabado del casco de los motociclistas es un acto grave de discriminación”, destacó Ramón, quien resaltó que los principios constitucionales que establecen los derechos a la igualdad y la no discriminación están muy por encima de la toma de decisión que pretende estigmatizar a las personas que utilizan la moto para trasladarse. “El problema acá es que los políticos disfrazan su incompetencia a la hora de brindar seguridad en estas medidas marketineras”.
"Circular en moto es un derecho, una necesidad, una manera de vivir. Esta manera de avanzar sobre los derechos ciudadanos debe tener argumentos de mucho peso, que esta medida no tiene. Es necesario frenar la avalancha de ataques a las personas", continuó el abogado.
Explicó que al “obligar a grabar en el casco del motociclista un número, se está incurriendo en un error conceptual: el bien registrable es la moto, no el motociclista. La obligación de exhibir el número de dominio de la moto en el casco lesiona nuestro derecho a la dignidad”.
Destacó que desde lo técnico también tiene sus complicaciones. Por ejemplo, grabar, pintar o adherir un sticker sobre el casco anula la garantía de fábrica y altera la superficie.