Mariela Costen era mamá de dos nenas y jugadora de rugby de un equipo en la ciudad entrerriana de Concordia. El sábado a la madrugada, volvía de un boliche, al que había ido para festejar el Día del Amigo, cuando fue sorprendida por dos motochorros. A pesar de que les dio todo lo que tenía, uno de los atacantes le disparó en la cabeza antes de escaparse.
En el momento de ataque, que ocurrió alrededor de las 4.30 sobre la Avenida Eva Perón, Costen estaba acompañada por una amiga. Como solo tenían $110 pesos, decidieron emprender el regreso a sus hogares caminando. Sin embargo, a la altura de la calle Brasil una moto con dos ocupantes se cruzó en su camino. El mismo vehículo lo habían visto unas cuadras antes.
De acuerdo al relato de la amiga de Mariela, Ana García, uno de los delincuentes se bajó de la motocicleta y les apuntó con un arma, pidiéndole que les entreguen sus pertenencias. Sin dudarlo, las víctimas le dieron lo poco que tenían. Luego, uno de los ladrones les pidió que se pongan de espaldas mirando la pared, pero la víctima se dio vuelta y en ese momento se apretó el gatillo.
"¿Qué hiciste? ¿Qué hiciste?", le repitió varias veces el delincuente que manejaba la moto al tirador, según la versión de la testigo. Tras la fuga de los acusados, la mujer fue trasladada al hospital Masvernat, donde los médicos le diagnosticaron que tenía muerte cerebral. Mariela murió el lunes y su familia decidió donar sus órganos.
"A mi hermana le robaron la vida y queremos dar más vida a través de ella. Mi hermana va a estar viva en otras personas", expresó Yamila Costen, en diálogo con El Once. En este sentido, la familiar exigió la detención de los culpables: "Queremos pedir que encuentren a los agresores y se haga justicia".