El 2017 marcó el peor año de la década en materia de exportaciones de jugo concentrado de uva. Así lo indica un reporte del Instituto Nacional de Vitivinicultura, que muestra que los envíos al exterior cayeron 40,8% pasando de 104 mil toneladas de concentrado a 61 mil toneladas.
No obstante, ese número se ha convertido en el peor resultado para la industria de la última década. Es que analizando los datos de exportaciones del Observatorio Vitivinícola se puede ver que la peor performance de la industria se había dado en 2010 con 91 mil toneladas, un número muy lejano al de este año.
Referentes del sector de jugo concentrado de uva aseguran que parte de la baja en los envíos está relacionada con las dos malas cosechas en volumen que atravesó el país. A eso le suman el aumento en los costos, que en algunos casos hizo que Argentina quedara fuera de competencia.
"Hoy tenemos un stock técnico y estamos esperando la nueva cosecha y principalmente los datos del INV sobre la cantidad que tendremos disponible", indicó Marcelo Boccardo de Jugos Australes.
Si bien se espera que a fin de este mes el INV dé a conocer su tradicional estimación de cosecha, lo cierto es que el Observatorio Vitivinícola Argentino, en un informe publicado recientemente, estima que “un escenario conservador muestra que un aumento de la producción de uva del 15% significaría pasar de 1.900 millones de kilos que se usaron para vinificar en 2017, a 2.200 millones para 2018”.
Fernando Morales, presidente de cámara de exportadores de mosto y ejecutivo de una de las principales productoras de jugo concentrado del país, Cepas Argentinas, calculó que con este volumen estimado de cosecha se podrá colocar 120 mil toneladas, como se hizo en otras oportunidad.
“Creemos que el volumen exportado se va a recuperar en función de una cosecha mayor. No vamos a colocar 120 mil toneladas, porque es un insumo para la industria del jugo que viene a la baja ya que se prefieren jugos edulcorados con menos calorías. No obstante, creo que se pueden colocar unas 100 mil toneladas a un precio promedio de 1.550 dólares FOB la tonelada”.
Coincidió con ese panorama Boccardo, quien cree que se recuperarán este año los mercados clásicos como Estados Unidos, Canadá y Japón y quizás lleguen pedidos de otros mercados como es el caso de Sudáfrica y Rusia".
Ya en el mercado se empiezan a delinear cuáles podrían ser los nuevos precios para la uvas criollas con destino a mosto.
En este sentido, Morales aseguró que “estamos esperando llegar a la cosecha con un ajuste en el precio del kilo de uva que rondará el 15%. Hoy, con los precios internacionales que hay, el ajuste del tipo de cambio y alza de los costos, es lo que se puede pagar”.
Desde San Juan, Gustavo Jury, de la empresa Enav, indicó que "todavía no está claro el panorama pero cada año que pasa Argentina exporta menos. Y si seguimos con precios altos seguirá disminuyendo el volumen de exportaciones".
El ejecutivo estimó que para ser optimistas sobre el nuevo año “todavía hay que esperar”.
La industria a largo plazo
El movimiento global anti "azúcar" en el mundo está creciendo y la legislación en su contra también, por lo tanto, la industria del concentrado es probable que deba reinventarse en el corto plazo.
Para Morales hay que comenzar a trabajar en temas estructurales del negocio: “En el largo plazo hay que trabajar en el conjunto sobre el concepto de orgánico. También hay que evaluar y mejorar los rindes que obtiene el productor. Hay que buscar otro tipo de mercados, a los que hoy no tenemos acceso, como por ejemplo los asiáticos. También hay que evaluar la posibilidad de elaborar mosto tinto, que es una oportunidad en la que todavía no hemos incursionado”.