A la diva argentina más mediática y escandalosa todo le importa muy poco. Tiene el dinero para contrarrestar los embates de cualquier justicia que se le ponga delante, le gusta la fiesta, la noche y las celebraciones.
Es por eso, y ya era casi una obviedad, que luego del supuesto infierno que pasó Moria Casán en Paraguay, bien al estilo “Expreso de medianoche” según los sensacionalistas del asunto, ella desdramatizó todo con un fiestón de Año Nuevo.
Por supuesto, ya lo sabíamos también, el entuerto en el país hermano le iba a servir de prensa y difusión de su altísimo perfil mediático; siempre rodeado de polémica inusitada, bien como a ella le gusta. Es por eso que aprovechó las primeras horas del 2016 para bromear sobre su detención en Paraguay por el caso de las joyas.
Moria hizo un festín de Fin de Año que incluyó a su hija Sofía Gala, a sus nietos Elena y Dante y le sumó algunos invitados ilustres y acordes a su perfil.
Es por eso que decidió incluir en su fiestita a Charly García y Fito Páez.
No se iba a perder la oportunidad de “prensear” el asunto y lo hizo, como ya acostumbra, a través de Twitter donde posteó una foto de ella abrazada a los músicos y un textito alusivo al momento en que, al llegar al aeropuerto de Paraguay, le colocaron las esposas para trasladarla al penal: “Con esposas y sin cadenas”, escribió mostrando unas pulseras plateadas que se puso para completar su look de Año Nuevo.
La doña, no tiene cura para esta adicción que es la exposición y la fama.
