Durante la tarde del lunes, Moria Casán abrió su corazón en "Incorrectas". Lejos de su actitud avasallante y verborrágica, la "One" se mostró muy sensibilizada cuando en el programa debatían sobre el lugar de las drogas y el alcohol en la juventud.
La temática la llevó a recordar los días más oscuros en la vida de su hija, Sofía Gala, cuando en su adolescencia tuvo que luchar para dejar el consumo de drogas.
La diva ortomolecular se animó a hablar luego de que uno de los invitados asegurara que "los padres no quieren meterse". "Yo tuve un caso bravo con Sofía. Yo la traté de sobrevolar. Sabía que ella en un momento ella sola iba a terminar con eso. Yo sabía siempre en donde estaba, a qué hora llegaba, hasta que un día no apareció y lo dije por la tele", recordó.
Cuestionando a su invitado a partir del conocimiento de su propia experiencia, aseguró: "No es que no te querés meter. Yo fui a un médico con ella, averigüé cosas y siempre sobrevolando, pero es que tienen que pasar por eso. No hay manera".
Sobre otra de las situaciones que le tocó vivir con su unigénita, Moria contó: "Mi hija a los 14 años salió con un hombre de 40 y yo lo acepté porque vino a pedirme su mano. Si yo a Sofía le decía 'te lo prohibo', se las hubiera arreglado igual para hacerlo. Yo me quedé más tranquila cuando lo conocí y vi que era una excelente persona. Al contrario, yo sentía que la protegía. Otros decían 'es estrupo', 'yo se la sacaría a la madre' y barbaridades. Yo se cómo crié a mi hija. La crié sola, sin papá".
"En la parte de la droga yo la traté de ayudar y salió como una reina. Vivió momentos muy oscuros y eran muy oscuros para mí. Yo rezaba hasta en esperanto porque cada vez que llegaba a la casa de ella no entendía nada", dijo. Y agregó: "No entendía la oscuridad que había en la casa y no tenía ni siquiera la llave de la casa de mi hija, con lo que soy yo. Hasta que un día me fui escondida a hacer una copia".
Reconociendo que superar las adicciones no fue una tarea sencilla para su hija, afirmó: "Cuando alguien tiene algún tipo de adicción los revela más escuchar ciertas cosas, pero vos tenés que estar. Acompañar como sea. Yo siempre estaba, nunca la dejaba, hasta que entendió. Pero eso es un trabajazo. Hay que meterse con toda la viscera y el corazón, dejarlo a un lado. Tratar de razonar".
"Yo llamaba a las seis de la mañana a la casa de alguien y sabía que Sofía estaba ahí. Yo tenía todos los teléfonos, de la A a la Z, de donde yo podía encontrar a esta mujer", concluyó la líder de las vayainas.