Moreno, el perito en límites - Valentín Francisco Ugarte

Moreno, el perito en límites - Valentín Francisco Ugarte
Moreno, el perito en límites - Valentín Francisco Ugarte

Ahí está el verdadero placer y el privilegio del documentalista Gustavo Muñoz al presentar desde un punto de vista distinto, como pensó la Fundación Grupo Petersen, uno de los capítulos más interesantes de la historia argentina.

Es el que muestra como personaje principal a alguien que de niño soñó explorar, investigar, visitar lugares remotos, o interactuar con personas desconocidas; ilusiones que se hicieron realidad, como muestra la producción.

Es que no hace mucho se exhibió en avant premiere el documental titulado “Francisco Pascasio Moreno. El perito en límites”, a instancia de aquella fundación y a la que fui invitado especialmente. Y confieso que como espectador ansioso, durante la proyección de la película contuve la respiración, por razones sentimentales. Cuando encendieron las luces y los aplausos estallaron, dije al oído a quien tenía a mi lado: ¡Es como siempre imaginé a mi bisabuelo! Y me miró y creo bromeando me dijo: ¿Es lo único que te ha parecido? Lo que me dio cierta justificación para ampliar mis impresiones, de  por qué creo “se había hecho algo” importante.

Primera impresión. El documental es ante todo arte.  Para presentar un personaje, hacerlo revivir, sacar a luz su alma con todas sus pasiones en movimiento, al compás de imágenes y una música que los expresa, se requiere raros dones de inteligencia y sensibilidad. ¡Ver el ensamblaje perfecto entre imagen y palabra, me resultó emocionante! Su arte de sorprender no agotaba ahí. Traducir los sentimientos de Moreno en forma tal que el espectador los experimente, que se emocione con sus debilidades y fortalezas, de cada momento de su vida, son la expresión de facultades nobles del director. Disponer la escena en que se desenvuelve el personaje central, de tal manera que dé una impresión exacta de su significado, y que nos ayude a comprender la secreta esencia de los hechos, es tarea de un artista, que requiere condiciones especiales.

Segunda impresión. No obstante, no es una obra de simple admiración. Lo interesante del documental es cómo la Patagonia se construye, a partir de hechos y cosas que atraen nuestro interés y exigen nuestra atención. Se hace evidente en la sinopsis metódica de la vida y obra del Perito Moreno, como científico, perito en límites (¡Ah, límites, límites, cuanto territorio debemos a él!), educador, político, botánico, geógrafo; y también como señaló el propio presidente del Grupo Petersen, Enrique Eskenazi, en “sus expediciones, sus descubrimientos como naturalista, su rol como conservacionista,  y su extrema generosidad al donar la mayor parte de su patrimonio para obras en el país, que se observan y analizan en profundidad”. Además, en algunos secretos de familia también reveladores.

Tercera impresión. Que sirve el documental para  recordarnos que a Moreno nadie lo ha sustituido en su lugar definido y distintivo. En eso la tarea del  Grupo Petersen, entusiasma por echar una mirada a lo que tiene que ver con su pasado y orientarnos al fin de nuestra marcha, podría perfectamente suscribirse en el concepto de Jules Michelet: “la historia es resurrección”.

Cuarta impresión. He encontrado en el documental, la mayor parte de las preguntas que me hacía sobre el Perito en límites, y he sacado el máximo provecho de las respuestas que me ha dado. Como la relación de Moreno con los indígenas, y su intervención en el asunto del río Fénix. Me detengo en este último, porque a menudo ha sido relatado por algunos como una especie de farsa del Perito argentino.  Cuando en realidad como bien señala el documental, remover piedras que obstaculizaban el curso natural de las aguas, fue tan importante, que contribuyó a precisar que la dirección de las aguas de ese río lo era en dirección al océano Atlántico y no al del Pacífico. En otras palabras, significó nada más ni nada menos que retener territorios que se nos disputaban, y que por la naturaleza, los Reyes de España y el tratado de 1881 nos pertenecían. Así lo entendió el árbitro inglés cuando dictó el laudo.

Quinta impresión. ¿Qué si me gustó el documental por lo que es y por lo que propone? Sí. ¿Qué si me sumaré a la solicitud de los auspiciadores a su difusión? No lo dudéis.

Creo que todos terminamos de acuerdo, “de que la redención de nuestra patria está en la educación”.

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