Hace 50 años, La Cofradía de la Flor Solar, una de las bandas fundacionales del rock argentino se presentaba en público por primera vez. Fue en el marco de un festival que había organizado una disquería. Y según recuerda Ricardo Cohen (más reconocido como Rocambole), "fue la primera vez que tocaron como banda cantando en castellano". Entre los músicos que pisaron aquel escenario, estaban Cubero Díaz en guitarra, 'Manija' Paz en batería, 'Perico Pérez' en bajo y el entrerriano 'nacionalizado' mendocino, Morcy Requena también en guitarra.
Hacia principios de los '60, Requena era un estudiante de periodismo "no de comunicación", aclara. Había recalado en La Plata que era el hervidero cultural de la Argentina de entonces. Antes de la Cofradía, integró Los Grillos, "la banda pre Cofradía", rememora.
Morcy pisa los 70 años y desde 1983 está afincado en Mendoza. "A la reunión por los 50 años del primer toque de la Cofradía no pude ir por el tema del G-20", lamenta. Pero tiene recuerdos nítidos de aquellos años en los que vivía en comunidad en La Plata "con un colectivo de artistas que más tarde iban a ser íconos de la cultura del rock": habla de Rocambole, Cubero Díaz, Miguel Cantilo, el Indio Solari, Skay Belinson, Jorge Pinchevsky y muchos otros que, quiénes tienen algo de idea del rock, conocen.
"Fuimos antecesores, incluso del Mayo Francés. Vivíamos en una casa parecida a lo que hoy sería un centro cultural. Todos juntos en un movimiento libre y creativo. Éramos los "cofrádicos" y la banda propiamente dicha no siempre era la misma; los integrantes rotaban y eso confundía a la prensa de la época", dice y sonríe.
El único disco que grabó la CFS inicial, -que se llamó como la banda- está en la Biblioteca Nacional como precursor del rock nacional. "También consideraban a la música como psicodélica", dice y para. "Porque está claro que experimentábamos con drogas", dice y se ríe.
Hasta principios de los '70, La Cofradía hizo de las suyas y la prensa, por caso, no los registraba ni siquiera policialmente. "Nosotros no le dábamos bola a la política. El problema serio empezó en marzo del '72 con Lanusse, cuando la policía intervenía conciertos y nos metía presos. Era el germen de lo que vendría más tarde. Ese año, en Mar del Plata y desde el Ministerio del Interior, salió la orden de desarticular a La Cofradía de la Flor Solar.
Enseguida y como muchos de generación, Requena partió a Brasil un año y medio, después se fue a El Bolsón donde con "Pedro y Pablo" grabó el disco "Apóstoles" que salió años después. "Con Pedro y Pablo hacíamos conciertos fantasmas, con poca difusión, en esa gira, en Mendoza, tocamos en la Federación de Box".
Exilio
Antes del 24 de marzo de 1976, pero con la Triple A al acecho, todo empeoró al límite del pánico. Y en 1975 la CFS huyó a Europa: "Amsterdam, Londres, España". Los últimos conciertos oficiales se hicieron en Ibiza, en el amanecer del destape español, en 1978. En esa etapa europea siempre estuvo presente Miguel Cantilo, con quien Morcy siempre tuvo una fuerte relación. "De hecho, Demián, uno de los hijos de Miguel, fue prácticamente criado por mí, ya que estuve mucho tiempo en pareja con su ex mujer".
En España, la banda que luego se llamaría Cantilo y Punch se llamaba Punch a secas. "Hicimos miles de conciertos allá y antes de la llegada de la democracia volvimos a Argentina y grabamos dos discos: 'Gente del futuro' y 'A dónde quiera que voy'.
Después de un show en Ensenada, un chico llamado Federico me pasó un casete y me gustó. Se lo llevé a un productor y unos años más tarde, ese demo se convirtió en el primer disco de Virus".
La camaradería a la hora de tocar "porque éramos todos amigos", llevó a Morcy a grabar discos con Pedro y Pablo y ser también uno de los músicos de Piero con Prema. Dos bandas con fuerte impronta ideológica: "Antes el enemigo era la dictadura y eso estaba claro. Hoy, en democracia, no es tan claro. Creo que la pereza y la falta de creatividad es el verdadero enemigo".
En 1983 se vino a vivir a Mendoza, "decidí dejar la música profesional para estar con mis hijos porque estaba de gira permanente. Puse una galería de arte llamada Praxis (Gutiérrez y Mitre) que era filial de una de Buenos Aires". Al tiempo en que se dedicaba a la difusión de la música cuyana (instaló que quiosco que funciona hasta hoy en Garibaldi y San Martín y creó La Cofra Record, un sello exclusivo para ese tipo de música), pasó una mala noticia que lo revinculó con su parte de músico activo.
Con la muerte de 'Manija' Paz, histórico baterista, Requena volvió a componer, "Entonces busqué a dos amigos: Gustavo Meli en batería, Sebastián Díaz en guitarra y yo en bajo. Grabamos 'El café de los ciegos' con arte de tapa de Rocambole". En 1997 y después de 26 años La Cofradía de la Flor Solar -marca que Morcy tiene registrada- volvió a tocar. "Después grabamos 'Cofrádica' (1998), 'Histórico' (2005), 'Kundabuffer' (2007)".
Al rock argentino del momento lo define como "todos muy Calamaro" y piensa que México le arrebató el primer lugar en Latinoamérica a nuestro rock. "También hay una cuestión generacional; yo me crié con Hendrix, Beatles, Zeppelin. Ahora estamos ante esa cosa horrible que es el reageaton".
Hoy, alejado de la música, con 9 nietos y con una eterna sonrisa rocker a cuestas, Morcy define a la vieja frase "sexo, droga y rocanrol", como "un eslogan. Lo nuestro era una búsqueda artística".
El volver a tocar lo ve difícil: "es más complicado acordar los horarios de los músicos que tocar. Arreglo guitarras, vivo parte en Mendoza y parte en Tunuyán. Creo que el rock es básicamente juventud, rebeldía y querer estar todo el día con tus músicos. No tengo ganas de volver".
Tan pocas ganas que cuando la CFS se reunió en estos días, Morcy no fue "por culpa del G-20"; un evento que, cincuenta años atrás, jamás lo hubiera detenido.