El presidente boliviano Evo Morales visitó ayer en una comarca de los Andes al indígena aymara Carmelo Flores, el hombre más viejo del mundo con 123 años, según el Estado boliviano, y prometió ayudarlo.
“Nuestra obligación es cuidar al abuelito, que nos acompañe unos cuantos años más”, dijo Morales a un canal de la televisión local, durante el encuentro en el poblado de Frasquía, a más de 4.000 metros de altitud.