La agencia de calificación de riesgo neoyorquina Moody’s advirtió hoy que a las empresas no financieras de la Argentina les esperan meses difíciles, que incluso podrían estirar hasta finales de 2019.
La economía del país se encamina a una recesión motivada por un fuerte ajuste del gasto público para reducir el rojo fiscal primario, mientras se el déficit financiero baja más lentamente debido al crecimiento de los intereses de la deuda.
En ese contexto, las empresas que más sufrirán el impacto serían las dedicadas a la producción de bienes de consumo masivo, dado que se registraría un fuerte descenso de la demanda interna. Los bancos pasarían la crisis mejor posicionados.
“algunas de las empresas no financieras de la Argentina (con nota B2 estable) tendrán indicadores crediticios “más débiles hasta mediados o fines de 2019” debido a la volatilidad del entorno macroeconómico, señaló la calificadora Moody's.
Además, un acuerdo de tres años con el FMI por 50.000 millones de pesos respaldará y acelerará los esfuerzos de reforma fiscal de Argentina, evaluó la agencia estadounidense en un informe difundido hoy.
Martina Gallardo Barreyro, analista de Moody’s, dijo que el mercado prevé que el crecimiento del PBI real de Argentina se desacelerará significativamente, con una caída de alrededor de 0,3% en 2018 comparado con un crecimiento de 2,9% en 2017, antes de crecer aproximadamente un 1,5% en 2019.
Según la analista de variaciones de precios, debería haber una recuperación gradual de la actividad económica en 2019 gracias a mejores perspectivas para el sector agropecuario, que se vio afectado por una grave sequía seguida de fuertes lluvias que diezmaron la producción de la cosecha en Argentina.
Para Moody's, si bien el gobierno recortará su inversión de capital total, parte de la diferencia se verá compensada por las nuevas asociaciones público-privadas (PPP, por sus siglas en inglés).
"El programa PPP pretende impulsar inversiones y desarrollo de infraestructura en Argentina por $26.000 millones durante el período 2018-23, incluidos rutas, energía y minería, comunicaciones, agua, saneamiento y vivienda", afirmó Gallardo Barreyro.
Además, la calidad crediticia corporativa de Argentina se beneficia de una reforma impositiva de principios de 2018 que reduce gradualmente la tasa del impuesto a las ganancias de 35% a 25% en cuatro años, indica el informe.
El aumento de los precios del crudo y la reducción del impuesto a las ganancias respaldarán las condiciones de negocios para las empresas de petróleo y gas de Argentina, y sostendrán sus planes de gastos de capital hasta 2019, pese a que la inflación y los costos seguirán afectando los márgenes.
Una gran caída en el rendimiento y la calidad de la producción de soja y maíz, tras una sequía seguida de fuertes lluvias, disminuirá moderadamente la generación de efectivo en 2018 en el caso de las empresas agropecuarias.
La perspectiva de la producción de trigo para 2018-2019 en Argentina es más optimista, gracias a las recientes lluvias que repusieron los depósitos de agua del suelo y aumentaron el área destinada a siembra en un 14%.
En 2018, los productores de bienes de consumo de Argentina enfrentarán una desaceleración del crecimiento económico debido a una disminución del poder adquisitivo y al deterioro de la demanda, que experimentará una recuperación moderada en 2019.