Cada uno desde su lugar de jerarquía institucional, pero todos con el mismo mensaje, como parte de la tarea de seducción de los potenciales grandes inversores globales que los escucharon con atención la seguridad jurídica está garantizada en la Argentina.
El mensaje estaba implícito desde el momento mismo en que se conformó la mesa para tratar el tema “El Estado de Derecho” en la segunda jornada del Foro de Inversión y Negocios de Argentina que organizó el Gobierno en el Centro Cultural Kirchner.
Estuvieron presentes las máximas autoridades parlamentarias, los titulares del Senado y la vicepresidenta Gabriela Michetti, y de Diputados, Emilio Monzó; judiciales: el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, y monetaria, el jefe del Banco Central (BCRA), Federico Sturzenegger.
Pero fue Monzó quien, al mensaje común de seguridad jurídica que emitieron hacia los hombres de negocio que poblaron el amplísimo auditorio, le sumó otro argumento de peso a la hora de evaluar inversiones con relación a nuestro país: la seguridad en la continuidad política.
“Por suerte la Argentina tomó la decisión correcta (en las pasadas elecciones)”, dijo el titular de la Cámara.
“Tienen garantía de confianza en este Presidente porque apuesta a la previsibilidad y a las reglas de juego. Pero eso es una parte. La garantía para ustedes es que la página que se dio vuelta el 10 de diciembre en la Argentina, se dio vuelta para toda la oposición. Cambió el país”.
Monzó se extendió más de la cuenta en un análisis político por demás sustancioso, en el que tuvo elogios para la oposición, un deseo de que Macri continúe en un segundo mandato y un vaticinio sobre los “sub 40” potenciales presidenciables para entonces.
Para el hombre clave del oficialismo en Diputados, la elección pasada marcó “el fin de la generación pre-democrática” en el país con la disputa entre Macri y “un heredero de la vieja Argentina, que jugó para que la Argentina del pasado quede en sus manos, Daniel Scioli, que surfeó durante ocho años la provincia de Buenos Aires para quedarse con la herencia”.
Monzó fue ministro de Agricultura de Scioli hasta que lo echó a raíz del conflicto con el campo, en 2009.
“Por suerte, la sociedad tomó la decisión correcta porque no votó al heredero de la vieja Argentina sino al conquistador de la nueva Argentina”.
Hizo especial hincapié, luego, en que el Gobierno obtuvo las leyes principales desde diciembre en minoría legislativa, por lo que destacó que la Cámara “se mueve en la impronta de seis jóvenes que no pasan los 40 años: Kicillof, Massot, Laspina, Bossio, Massa y Marco Lavagna”, dijo, en ese orden.
Y apeló a los presentes para asegurarles que después de Macri dos veces presidente, según su deseo, el sucesor estará entre dirigentes de “la generación que vino después de todas las crisis que tuvimos en la década del ‘70 y ‘80”, es decir, surgida con el restablecimiento de la democracia.
“La dirigencia postdemocrática es tolerante y de esa dirigencia van a salir los próximos presidentes. No va a pasar un presidente que no sea María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta, Sergio Massa, Juan Manuel Urtubey, Ernesto Sanz, Ramón Mestre. Ellos van a suceder el gobierno de Mauricio Macri”.
