En el fin de semana que conformarán los días 4 y 5 de mayo próximos, se celebrará en todo el país la tercera edición del Día Nacional de los Monumentos, organizado por la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos, de la Secretaría de Cultura de la Nación.
Durante esos días abrirán al público más de ochocientos monumentos y sitios históricos, en unas jornadas que permitirán a miles de ciudadanos, conocer y valorar nuestro valioso patrimonio cultural.
La última edición celebrada en 2018, fue motivo de reunión, festejo y valoración patrimonial que los ciudadanos en general pudieron disfrutar.
En tiempos de recesión de la obra pública y privada, es difícil que el Estado disponga de ingentes sumas para proteger estos bienes, que son muchos y de distinto origen: monumentos, donde consideramos las obras arquitectónicas, de escultura o de pintura; estructuras de carácter arqueológico y otras más; los conjuntos, grupos de construcciones, aisladas o reunidas; los lugares, obras del hombre y obras conjuntas del hombre y la naturaleza. Se trata de los bienes culturales, que nos representan y proyectan.
En el medio, hay un patrimonio provincial y otro que responde a la legislación nacional, pero todo el conjunto conforma el rico acervo que poseemos los mendocinos.
Los monumentos nacionales que nos caracterizan van desde la Basílica de San Francisco; las ruinas del mismo nombre, las bóvedas de Uspallata hasta los refugios en la montaña (casuchas del Rey), la plaza Pedro del Castillo, el solar natal de Mercedes San Martín Escalada, la Casa de las Bóvedas (Maipú), las casas patronales de Giol y Gargantini, la vivienda del ex gobernador Francisco Civit (1873, Montevideo 544) o el majestuoso Cristo Redentor de los Andes. Sitios y representaciones que dicen mucho acerca de quiénes somos. Por eso y a pesar de que los presupuestos oficiales son escasos, no podemos ni debemos permitir que estos enclaves se deterioren o corran el peligro de perderse.
En ese sentido, para esta evocación de mayo será muy importante la recorrida y el conocimiento de algunos lugares que tienen una declaración nacional. El público podrá ponderar y valorizar diferentes puntos considerados monumentos nacionales, en recorridas con personal especializado. Así es que habrá actividades en la Facultad de Arquitectura, de la Universidad Nacional, en la sede de Gran Oriente Federal de la República Argentina (Gofra, la masonería local), en el Área Fundacional (Alberdi y Videla Castillo) y se podrá acceder en recorrida guiada al recuperado teatro Mendoza. Otros actos se harán en el Museo de la Inmigración, que funciona en el Centro Patrimonial Artístico Cristoforo Colombo, o en la casa del gran arquitecto que fuera Gerardo Américo Andía, y también en el Museo Nacional del Vino y la Vendimia y la Casa de las Bóvedas (ruta 50, Rodeo del Medio). En la Zona Este, un punto de encuentro serán los campos de las batallas de Santa Rosa.
Así las cosas, si el patrimonio es el testigo material de lo que somos como pueblo, como comunidad, debería imitarse la gestión que tienen asumida en España los integrantes de la Lista Roja, grupos de activistas que se han lanzado a defender el legado cultural de la península ibérica y mantienen vivo un listado de bienes históricos en peligro.
Aunque hay urgencias en las necesidades básicas, hay que intentar que los patrimonios no se malogren. Debe analizarse la posibilidad de que se generen fondos del turismo en torno a ellos y así ayudar a mantenerlos y disponerlos para que sirvan al saber y el disfrute de futuras generaciones.
