En su despacho, tranquila y descansada después de unas brevísimas vacaciones en Chile, Laura Montero habló de sus objetivos en el último año de gestión, sus aspiraciones políticas y quién pretende que ocupe su lugar.
"Quiero que la vicegobernadora sea una mujer de mi equipo. Hay muchas mujeres que trabajan conmigo que están muy formadas", aseguró.
"Yo salté de la actividad privada a un ministerio, después fui legisladora nacional durante dos períodos y ahora soy vicegobernadora de Mendoza. Es muy difícil hacer el camino hacia atrás y no me veo en el futuro siendo ministra. Prefiero que tengan una oportunidad los que trabajan conmigo", agregó.
Además, al final de 2019 quiere dejar marcado el rumbo de la Casa de las leyes. "El Poder Legislativo es vulnerable frente a los otros dos Poderes del Estado, por eso, es importante revalorizarlo. Venimos haciendo una buena gestión y dando herramientas para revalorizar, legitimar y prestigiar a la Legislatura", añadió.
En el mismo sentido busca cerrar los cuatro años de vicegobernación. "Quiero que terminemos bien la gestión junto a Alfredo Cornejo. Cerrar el proceso que empezamos en todas las áreas".
Dentro de la arena política, Montero se define como un "sapo de otro pozo", ya que la anteceden 19 años de trabajo como ingeniera agrónoma, perfil que enmarca su estructura de pensamiento que se ve reflejada en la vida de la Legislatura con objetivos, procesos y resultados.
Lejos de las chicanas y las peleas públicas, mantiene un lugar conciliador frente a los embates de distintos sectores. "Trato de no distraerme de mis objetivos con los comentarios negativos", explicó.
La fórmula Cornejo-Montero fue acuñada puertas adentro de la UCR y fue la que llegó al poder en las elecciones del año 2015. Aunque todos son parte del mismo frente, en más de una oportunidad ha quedado en evidencia la distancia entre la dupla. Por ejemplo, cuando el oficialismo impulsó el proyecto de paridad, de la diputada María José Sanz, mientras la vicegobernadora terminaba de presentar su propuesta elaborada en las Asambleas por la Equidad de Género.
Montero presentó la iniciativa -que también incluía la boleta única- un viernes, el martes el peronismo quería tratar el proyecto en la Cámara alta pero los senadores de Cambia Mendoza no bajaron al recinto, por lo tanto la misma Montero tuvo que levantar la sesión por falta de quórum. El miércoles, Diputados trató y aprobó el proyecto de Sanz. A la semana siguiente Laura estaba en el recinto junto a todas las legisladoras festejando la sanción de la ley de paridad. "Lo importante era que saliera la ley", comentaron desde su entorno.
Un desplante similar sufrió cuando Cornejo fue en septiembre a la presentación Programa de Gestión Documental Electrónica en Diputados y dijo "Esta es la primera Legislatura del país que tiene un sistema electrónico", cuando tres meses antes la vicegobernadora había presentado el expediente electrónico acompañada solamente por su equipo y Juan Carlos Jaliff.
Además, por segundo año consecutivo Cornejo y Montero se toman vacaciones en el mismo período, por lo que Jaliff, uno de los hombres fuerte del gobernador, queda a cargo del Ejecutivo.
Puertas abiertas
Laura Montero ha recibido en su despacho a actores de todos los sectores. En medio del tratamiento de la ley de Movilidad se entrevistó con los enfurecidos taxistas y cuando se trataba la regulación de la matriculación de los abogados, habló con los estudiantes autoconvocados. A pesar de que ambos eran proyectos del oficialismo, decidió pararse firme ante el Gobernador y escuchar a los detractores.
"Hay que pregonar con el ejemplo. Si quiero una democracia participativa tengo que escuchar y dejar que todos participen. Tengo que llevar el debate a los ámbitos institucionales para conseguir un resultado", comentó.
Casa nueva
La cobista desembarcó con tres objetivos claros: transparencia, calidad y participación ciudadana.
"Hemos trabajado en los tres aspectos. Ahora hay un expediente electrónico y procesos certificados que le dan claridad a la tarea administrativa y legislativa. Hay procedimientos para las tareas que dan espacio para hacer aportes en los puestos de trabajo", dijo Montero.
"Yo creo en una democracia deliberativa y participativa que escuche los aportes de todos. A partir de allí nacieron las Asambleas. Con el tema de violencia de género se hizo un trabajo conjunto y articulado con los tres Poderes en el que nosotros aportamos con campañas de sensibilización", aclaró.
En los últimos días de diciembre, Montero presentó un resumen de gestión legislativa y dijo que gracias a la eficiencia en el gasto corriente, el orden en las cuentas y las contrataciones más competitivas se logró en tres años un ahorro efectivo de 100 millones de pesos en el presupuesto.
Con parte de ese dinero se está construyendo en el edificio de la Legislatura sobre la Peatonal Sarmiento que tendrá 10 niveles y que estará listo en agosto.
Los empleados
Sobre fin de año generó ruido en los pasillos de la Legislatura la implementación del nuevo escalafón y esto llevó a votar un plebiscito a favor o en contra del mismo. Este problema no impidió que la última semana de diciembre se cerrara la paritaria salarial y se firmara con ATE y APEL el esquema del escalafón.
En febrero, continuará el tratamiento del tema. Desde la patronal deben llevar el modelo de reencasillamiento que será puesto a disposición del personal y analizado en mesas de trabajo. La promesa es que nadie pierda. porque se mejorará el básico y se creará un ítem para que todos conserven el salario.
"Cuando tengamos cerrado el escalafón podemos implementar los ingresos y ascensos por concurso. Esto va a ordenar a las dos Cámaras en un régimen único y específico de niveles y funciones que sumando al plan de Carrera y a la escuela de capacitación permitirán ascensos verticales y horizontales", dijo Montero.
"Es un cambio importante con un gran costo político pero que terminará con la discrecionalidad, las arbitrariedades y las injusticias", añadió.
Para cerrar la actividad en la Legislatura, Montero planea sancionar dos leyes: las licencias de maternidad y paternidad, que plantean una cambio cultural, equidad en las tareas de cuidado y una forma de evitar que las mujeres queden postergadas en el campo laboral. En tanto, el otro proyecto, de políticas públicas en materia de equidad plantea un observatorio y un concejo para hacer certificación de equidad en instituciones públicas y privadas.