"Tenemos en claro que debemos hacer un buen gobierno", arranca la vicegobernadora Laura Montero antes de confirmar que no existe una coincidencia plena con el gobernador, Alfredo Cornejo, aunque sus diferencias no afectan la gobernabilidad.
Al mismo tiempo que reconoció las facultades de Alfredo Cornejo para tomar decisiones, recordó que “desde un principio yo lo venía enfrentando en una primaria y él sabe cómo soy”. Al tiempo que aceptó que con la unificación de la fórmula de Cambia Mendoza “tenía un plan A e hice un plan B”.
La Vicegobernadora formuló declaraciones al programa Primero Mendoza de Radio Mitre, en una entrevista junto con la presidenta del bloque de senadores del Frente para la Victoria, Patricia Fadel, y el intendente macrista de Luján, Omar De Marchi.
Montero subrayó que “había que ser un gobierno fuerte y por lo tanto él (Cornejo) tenía que tener la autoridad del Ejecutivo porque había que poner muchas cosas en orden”.
Lo definió como “una persona con objetivos y un excelente estratega político que va construyendo poder”. Pero acto seguido hizo notar que “yo lo combato un poco en esto, porque creo que el poder es (sólo) una buena herramienta”.
También se permitió recomendarle que “él tiene que empezar a pensar en un poco más de diálogo. Fundamentalmente por esto que hicieron notar en la entrevista (del domingo pasado en Los Andes) que es esa sensación de soledad frente a las decisiones”.
Montero destacó que “tal vez Alfredo en ese sentido se tendría que dejar ayudar un poco más en esa contribución que tiene que tener de su propio espacio político”.
Remarcó que “se lo digo permanentemente e incluso en muchas ocasiones lo enfrento”. Acto seguido puso como ejemplo la diferente postura entre ambos frente a la resolución de la crisis en Santa Rosa, tras la detención y renuncia del intendente Sergio Salgado.
Allí Cornejo prefería una sucesión peronista previa a las elecciones y Montero una radical. "He aceptado que me equivoqué y me estoy arrepintiendo...", confesó entre risas Cornejo ante Los Andes.
Aunque luego en las PASO de Santa Rosa Cambia la vicegobernadora jugó a favor de la precandidata que perdió (Débora Quiroga) y Cornejo se mantuvo equidistante entre la concejal derrotada y la intendenta a cargo ganadora, Norma Trigo.
Allí Fadel -crítica- definió a Cornejo como una persona que se fija y consigue sus objetivos a cualquier costo: “Su primera meta fue que el gobernador (Julio Cobos) fuera vicepresidente sin importarle si se rompía el partido radical y lo logró. Su segunda meta fue ser intendente de Godoy Cruz para luego ser gobernador volviendo loco al peronismo durante más de dos años. La próxima meta que tiene, y se lo he dicho, es ser presidente de la Argentina”, disparó.