Los Monos: la banda narco que "juega” para Newell's y Central

Tienen sólidos vínculos con las barras de los clubes. Son dueños de parte del pase del juvenil Correa, de San Lorenzo. Dinero sucio, amenazas, traiciones y crímenes...

Los Monos: la banda narco que "juega” para Newell's y Central
Los Monos: la banda narco que "juega” para Newell's y Central

Mientras Angel Correa pateaba con sus inocentes ocho años una pelota en alguna calle de tierra del barrio Las Flores, Los Monos se adjudicaban el poder territorial en el afán de monopolizar el millonario negocio de la droga.

Corría el año 2003 cuando Ariel Máximo Cantero, por aquel entonces jefe de la que hoy es la banda delictiva más poderosa de la provincia de Santa Fe, decidió desatar una guerra sin control contra Los Garompas, un grupo rival que estorbaba. La disputa se dirimió a los tiros con muertos de ambos lados. El reinado quedó en manos de la familia Cantero.

A los nuevos líderes de la zona sur de Rosario les bastaron un par de años para tejer una tenebrosa telaraña en la que rápidamente cayeron amigos, policías, empresarios y barrabravas. La compra de un porcentaje del pase de un talentoso diestro del barrio asomó entonces como uno de los tantos negocios redituables ante la imperiosa necesidad de blanquear siderales cifras de dinero provenientes del narcotráfico.

El estrecho vínculo entre Los Monos y el ambiente del fútbol existe desde mucho antes de que el Juez Juan Carlos Vienna escuchara sentado en su despacho unas grabaciones en las que Correa y su representante interactuaban con integrantes de peso de esta banda.

La Justicia de Rosario tiene en su poder documentación que prueba la directa conexión de este grupo con los máximos referentes de la barra de Newell's y de Central. La ligazón es tal que muchos de los cabecillas de Los Monos fueron juzgados por el crimen de Walter Cáceres, un chico de 14 años que murió en una emboscada a los micros de la hinchada leprosa en la madrugada del 10 de febrero de 2010.

Es un secreto a voces que aquel ataque fue perpetrado por Claudio “El Pájaro” Cantero -hijo de Ariel Máximo, quien conducía los destinos del grupo- para quedarse con el manejo de la tribuna. A Cantero lo imputaron por ese asesinato, pero la Justicia no reunió pruebas suficientes y fue absuelto.

Al heredero del trono lo acribillaron el 26 de mayo de este año frente a una discoteca. Su muerte dejó un tendal de crímenes mafiosos en muchos rincones de la ciudad. Y una megacausa que tiene más de treinta detenidos, entre ellos nueve policías sindicados como cómplices.

El clan Cantero cayó en desgracia con el asesinato de Martín “El Fantasma” Paz, cuñado del “Pájaro”, ocurrido el 8 de setiembre de 2012. Según consta en el expediente judicial, a Paz lo mandaron a matar por quedarse con dinero que debía “canjearse” por autos de alta gama.

La orden fue dada por Máximo Ariel, alias “El Guille”, hermano de Claudio, hoy tras las rejas. El encargado de reclutar a los dos sicarios que perpetraron el crimen fue Ramón Ezequiel Machuca, conocido como “Monchi”, hijo de crianza del fundador de la banda, quien aparece en las llamadas telefónicas en el apartado de la causa relacionada al caso de Angel Correa. Sobre Machuca recae un pedido de captura internacional.

En las fojas 701 y 702 del expediente se transcriben diálogos entre Francisco Lapiana, dueño del 30% del pase de Correa -en 2010 fue detenido por la Policía de Seguridad Aeroportuaria por hacer circular moneda falsa- y el propio Monchi. “Qué golazo que se mandó el pupilo, ¿anduvo bien Angel?”, pregunta el empresario. “Sí, jugó re bien”, le contesta su interlocutor.

La conversación está fechada el 11 de mayo, día en que San Lorenzo jugó con Boca y Correa marcó uno de los goles. En aquella oportunidad, Machuca asistió al Nuevo Gasómetro en compañía de Emanuel Chamorro y Mariano “El Gordo” Salomón, otros dos integrantes de Los Monos.

Machuca, reconocido hincha de Newell's (viajó a Chile y a Paraguay en los partidos de la Lepra por la Copa Libertadores) aparece en una foto junto a Andrés “Pillín” Bracamonte, jefe de la barra brava de Central. Ese material gráfico fue secuestrado el 20 de septiembre en un allanamiento realizado en una de las propiedades de la familia Cantero. Emanuel Ferreyra, un ladero de Bracamonte, está detenido acusado de formar parte de una asociación ilícita junto a Los Monos. En su prontuario, hay una condena a 14 años de prisión por atacar una casa a balazos que le causó la muerte a un nene de 3 años.

La Justicia logró también desentrañar los vínculos de Los Monos con Diego “El Panadero” Ochoa, máximo cabecilla de la tribuna de Newell's. En la resolución en la que Javier Betramone, otro juez de Rosario, procesó a Ochoa por ser el instigador de los asesinatos de Roberto “Pimpi” Camino, ex jefe de la barra, y Maximiliano “Quemadito” Rodríguez, un joven ligado al narcotráfico que supo pisar el paravalancha del Parque Independencia, se especifica que al allanarse la casa de Ochoa se encontró documentación que confirma “el apoyo logístico” que los Canteros le brindaban al jefe de la hinchada rojinegra.

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