Mónica Torres invita a pensar sobre nuevos feminismos

La especialista llegó a Mendoza para compartir sus reflexiones en torno a cómo Jacques Lacan aborda el universo femenino.

Mónica Torres invita a pensar sobre nuevos feminismos
Mónica Torres invita a pensar sobre nuevos feminismos

Eriza la piel ver cómo hombres y mujeres enarbolan la misma lucha, pero ¿qué se entiende por feminismo? Este movimiento no es nuevo. Ya a mediados del siglo XVIII, en la llamada "Primera Ola", la polémica rondaba en la naturaleza de la mujer y la jerarquía de los sexos. La Segunda Ola -en el siglo XIX-, debatía sobre el sufragio universal femenino, así como el reclamo por el acceso a la educación y la liberación del aspecto físico. En la Tercera -'60/'70- la discusión estuvo en las políticas públicas y el fin del patriarcado. En la Cuarta, en la que transitamos, prevalece un activismo potente que busca acabar con los privilegios de género y repudia la violencia.

El psicoanálisis, en este terreno del género, tiene mucho para decir. De hecho, interpretar a Jacques Lacan resulta una herramienta interesante para reactualizar la mirada en la coyuntura actual. Es por eso que Mónica Torres llega a Mendoza. La psicoanalista, autora de varios libros sobre temas como el goce, el amor y el deseo, dictará la conferencia "De amores y soledades en femenino", en el marco del Seminario Anual que organiza la Asociación Cuyana de Estudios Psicoanalíticos. Será en la Nave Universitaria (España y Maza), a las 11.

Entre el 1972 y 1973 Lacan dictó un seminario que se llamó “Aún”, dedicado a las mujeres. En él, el pensador hace una lectura donde privilegia la posición femenina por sobre la masculina. Para ahondar un poco más en esto, Mónica es quien responde.

- ¿En qué sentido la privilegia?

- Él escribe lo que son unas fórmulas de la sexuación. Es interesante que diga sexuación y no género, porque sexuación quiere decir que cualquiera sea el sexo biológico de una persona, puede inscribirse del lado de hombre o de mujer de la fórmula; es un valor, no es un sexo biológico. Presentaba al “lado hombre” como un lado más universal, para todos, incluso autoerótico. Mientras que, el “lado femenino” aparecía más como un “no–todo”, en el sentido de que las mujeres no pasen completamente como un colectivo. Siempre está esa diferencia -el psicoanálisis tiene que tenerlo en cuenta-, de “una por una” que, por otra parte, las mujeres reivindican. O sea, pueden reconocerse en un colectivo, pero tienen sus diferencias que las hacen singulares y que privilegia la posición femenina sobre la masculina, en el sentido de que tiene una mayor apertura, que no está tan cerrada en la cuestión autoerótica.

- ¿Qué dice en cuanto al goce?

- Lacan dice que a veces los hombres tienen el goce del idiota, masturbatorio, del órgano y no del cuerpo todo; como es el goce femenino. Éste se acercaría a un goce que envuelve el cuerpo, no está localizado en un órgano. Así, habría un plus para las mujeres y también para los hombres que se animen, independientemente de cuál sea su elección, a poder gozar más del cuerpo todo. Es decir, una apertura mayor que la de centrarse en el goce del órgano. Dice que las mujeres tienen un goce suplementario, que tienen acceso a un goce más que los hombres.

- Esto invita a hablar de los feminismos, ¿en plural o singular?

- Dentro del feminismo hay diferencias, por eso son los feminismos; lo pienso más en plural. Hay mujeres que no piensan que todos los hombres, por el hecho de ser hombres, son abusadores. Mientras otras aceptan que hay hombres que están codo a codo con las mujeres y que tienen una posición de apertura (como en la crianza de hijos, las tareas del hogar). O sea que el hombre, por ser hombre, necesariamente no es un potencial abusador o violento. En el medio hay matices, porque cada mujer lo va a contar de otra manera, si las escuchamos una por una. Y me parece que hay que respetar todas las posiciones. En ese sentido la idea de Lacan de aquella época, de que la mujer “no- todo”; o sea, no aplica el “para todos”, “el universal”; a la mujer hay que verla en lo singular. A las mujeres hay que tomarlas una por una.

- Se lo ha criticado a Lacan, ¿por qué?

- Él expresaba que “la mujer no existe”, pero lo que quiso decir es que no existía un universal de la mujer, porque ellas eran imposibles de ser categorizadas en un “para todos”, había que tomarlas una por una. Y creo que eso es lo contrario a como se interpretó esta idea de que “la mujer no existe”, lo que hizo fue tachar el “la” y poner “una por una”. Porque, justamente, si no son “todas” -no cabe el universal-, es por su singularidad. La lógica del para “todos”, está del lado de los hombres. Eso no refiere a que algunos hombres quieran inscribirse del lado de las mujeres y que algunas mujeres lo hagan del lado de hombre de la fórmula.

- ¿Por qué parte desde ahí?

- Lacan lo dice: no hablamos del sexo biológico porque nosotros, quizás, no lo pensamos en términos de género, lo pensamos en términos de sexuación. En el sentido de que es algo que se va adquiriendo, que no se nace con un sexo determinado, porque eso es confundir el sexo con el género. Los psicoanalistas diríamos: el sexo con el proceso de sexuación. Lacan en los años ‘70, es un Lacan feminista, porque aparece del lado de las mujeres.

- En estas épocas, ¿podemos decir que hay más soledad?

- Hay una soledad que yo llamaría una “soledad verdadera” que es para todos los sujetos o seres hablantes. En algún punto estamos solos y vivimos con un vacío en la existencia que no podemos llenar con nada y tenemos que poder vivir con eso. Cada quien encontrará una solución singular para saber qué hacer.

- ¿Hay nuevas formas del amor en estas épocas?

- Hay una dimensión del amor que no tiene que ver con la época, está más allá de eso.

Es cierto que la época aísla cada vez más a los sujetos, están bastante solos con sus aparatos de goce, encerrados. A la gente le cuesta encontrarse, entonces recurre a internet y ésta no es tan profunda. Si bien hay encuentros que terminaron en pasiones, porque finalmente se encontraron, hay algo que aísla a los sujetos, que es el avance de las tecno-ciencias. Eso ha llevado a pensar: sí, son nuevas formas; pero ¿realmente son nuevas formas? Porque en algún momento los cuerpos tienen que encontrarse, se tienen que escuchar. Si eso no ocurre no hay encuentro posible. No voy a ponerme en contra de esa forma porque el psicoanálisis tiene que estar a la altura de la subjetividad de la época que te toca vivir.

- ¿Hay malentendidos en el amor?

- Las épocas han dado diferentes tipos de malentendidos. Hay una tendencia al aislamiento. En la medida en que las mujeres se han empoderado, también hay nuevas virilidades que -según cómo las miremos- son más débiles si las comparamos con virilidades anteriores (no es un juicio de valor). Hay hombres que le temen a las mujeres porque lo tienen todo (trabajo, auto, independencia). También hay mujeres que critican que no hay hombres, y pasa que éstos no se animan.

- ¿Qué dice el psicoanálisis sobre la violencia hacia la mujer?

- En Argentina tenemos el #NiUnaMenos y es importante que se pueda hablar de la figura del femicidio, porque es matar a alguien en situación de debilidad física. Ha habido una violencia contra la mujer históricamente y esto es según la época.

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