Paco Ayala se acuerda de la primera vez que tocaron bajo el nombre Molotov. Mejor dicho, es imposible que se olvide. Él todavía estaba a prueba en una banda que tan solo existía en calidad de promesa.
“Sucedió en un pub llamado El Bulldog, en el DF, un 16 de febrero del 96. Y ellos, en los ensayos, me estaban probando. ¡Qué emoción tocar la primera canción con esta banda! Pero a los pocos segundos me di cuenta de que el bajo de Micky se sentía rarísimo. Era un bajo que se afinaba en ‘si’ y estaba en ‘mi’. Así que me tuve que sacar mi bajo, que era igual al de Micky, y pasárselo. ‘¡Toca tú!’, le dije. Y me quedé sentado al costado, casi llorando”.
Paco ríe, ahora, en la puerta de su camarín del Personal Fest, Buenos Aires.
Estamos sentados en círculo, detrás de los escenarios del club GEBA, en un pasillo largo de habitaciones, con poca gente, virtud de la cantidad de personal de seguridad que “decora” este tipo de eventos.
Tito Fuentes, el vocalista y guitarrista, se contagia de su compañero y suelta una carcajada: “Dos años después tocamos por primera vez en Argentina. Fue en el ‘97, en el estadio Ferro. ¡Bowie fue al camerino a saludarnos! Fue uno de los highlights de la noche”.
- Paco: ¡De la vida!
- Tito: Sí. No lo podíamos creer. Así como tampoco los cantos, "ole, ole, Molotov" del público argentino. ¡Nos parecía increíble que cantasen los riffs de las canciones! El público argentino, y no porque ustedes estén aquí, es el mejor del mundo. Top.
- Paco: A fines de los '80 toda la música que escuchábamos en la radio de nuestro país, era rock argentino. Cuando queríamos dedicarnos a ser músicos y a tocar rock, ya teníamos una carga de influencia de lo argentino fuerte.
Nos sorprendió cuando vinimos a tocar por primera vez, ver a la gente reaccionar así frente a una banda mexicana. Y desde entonces fueron siempre años y años luchando por sostener esa increíble aceptación de la gente de aquí.
Existe una prueba muy reciente de ello. Acaban de vaciar su cargador de canciones frente a una multitud, en uno de los festivales más grandes del país. Un show caliente, cocido a más de 32 grados bajo un manso sol. Los aztecas se metieron al bolsillo a los porteños a fuerza de hits como “Gimme the power”, “Frijolero” y los nuevos “Fuga” o “La raza pura es la pura raza”.
Diez minutos después de ese huracán de canciones, el par de músicos está como nuevo, sentado frente a un grupito de argentinos, contando parte de su vida, felices de saber que poco tiempo después (concretamente, esta noche) tocarán para el público mendocino en el Ángel Bustelo. Esto no para.
- Tito: Siempre tenemos planes a mediano plazo, nunca más que eso. Nunca pensamos, cuando arrancamos a los 19 que a los 40 seguiríamos tocando. La vida del rockero se convirtió en una vida de gira en gira, como estar en un circo.
La copia física de nuestra música, el fonomecánico, ya no existe más. Nos tocó el pre internet y el post, y todo cambió. Y nosotros vivimos de esto así que tenemos que girar y girar. Además, la máxima expresión de un artista es llevar la música a su público y que él la cante.
- Paco: También hubo una crisis existencial interna que nos llevó a no depender de la música grabada. En el 2007 sacamos el disco "Eternamiente" e hicimos la broma de que nos separábamos.Y eso se nos fue de las manos, y todavía en las redes sociales se lee que ya no estamos juntos.
La broma salió mal. Sufrimos una situación contractual que nos tenía atado con una disquera, con la cual no podíamos sacar material nuevo porque no había forma de que la empresa respetara nuestros intereses como artistas y autores. Por eso nos emocionamos mucho cuando salió el nuevo disco, este año. Fue como ver la luz y decir, había algo más para decirle a la gente.
- En la época de la música en streaming, con YouTube o Spotify a la cabeza, ¿se les hace necesario igual tener el disco físico?
- Tito: La gente tiene tanto acceso a la música que ya no va a la tienda ni platica con el disquero. Sin pensar, baja las canciones y las consume. Eso de bajar de un click la música sin saber muy bien de qué va, medio que la deslava. Por otro lado, también te escuchan de todos lados del mundo rapidísimo, que está bueno.
Por eso cuando nos dijeron “bandera verde para grabar” la alegría fue tremenda: para nosotros sí es importante el disco en sí. Además, ellos cambiaron el contrato a solo licencia, y nosotros tuvimos que juntar el dinero para la producción, algo que fue complicado. Por eso nos satisface bastante el reciente “Agua Maldita”: porque nos costó bastante trabajo hacernos con él.
Tributo a Soda
- A nivel continental, la popularidad que antes tenían los músicos argentinos hoy la tienen ustedes, los mexicanos...
- Tito: Pero decididamente influenciados por los músicos argentinos. Van cambiando las tendencias y esto está padre. Por ejemplo, la muerte de Gustavo (lo recuerdo y se me pone la piel de gallina) fue un bajón en México.
- Paco: En el '86 fui a ver a Soda, en un lugar que se llamaba el Hotel de México, y cuando estaba parado ahí dije: "quiero hacer una banda de rock, quiero hacer de esto mi vida".
Después nos conocimos y después nos hicimos amigos con Cerati. Siempre respetamos su música y te das cuenta que lo suyo fue un legado. Les tocó marcar tendencia a músicos de Argentina, luego de España y México y seguramente después vendrán músicos de Colombia o Venezuela.
Malditos
"Agua Maldita", el disco que presentarán en Mendoza fue producido por Jason Perry, un peso pesado en la industria musical norteamericana. "En su momento fue Gustavo Santaolalla el orquestador, el que dirigía el barco -dice Paco-, luego hicimos cosas con Cachorro López, y posteriormente hicimos la producción solos. Luego nos dimos cuenta lo importante que es que una persona externa visualice lo que es Molotov. E hicimos una buena selección: Jason Perry".
- Tito: Con la producción de Santaolalla, todo bien con Gus, poníamos el disco y sentíamos que la banda sonaba mejor envivo que en la grabación. La propuesta en vivo siempre fue más interesante.
- Paco: Jason Perry no conocía muy bien la banda, y de repente estamos trabajando con alguien que sin querer escogió lo temas adecuados para darle un sonido que nos vuelve a poner en la manera que sonábamos en el origen. Igual creo que evolucionamos, eso espero.
- ¿La intención también es volver a la crítica social y política del comienzo de su carrera?
- Tito: Más que nosotros querer regresar a la crítica política como al comienzo, sucede que la situación está peor que nunca. Como a todo el mundo, nos impresionó lo que sucedió con los estudiantes mexicanos, y que luego encuentren 43 cuerpos y resulte que no son... ¿¡Y entonces esos cuerpos!? Es el watergate de Peña Nieto. Estamos obligados a mencionar esto en nuestros recitales.
- Paco: Hoy por hoy es triste saber que "Gimme the power" está más vigente que nunca. Es triste... En México estamos peor que nunca.
- Tito: Pero lo que respecta a la parte artística, el desafío es no volver a hacer "Gimme the power", porque te podés repetir como Maná, para siempre... Lo que hay que hacer es buscar la acusación precisa y el insulto bien definido.
- Paco: Nosotros somos uan banda de rocanroll y ya. No pretendemos ser un estandarte ni una bandera. Hacemos música y los que tengan empatía con nosotros, ¡gracias! No tenemos el conocimiento para ser guías...
- Tito: La gente nos pone como líderes de opinión, mil gracias por eso. Pero eso no puede afectar la composición. Y por otro lado nosotros hablamos de fiesta y de reventón también. Porque nacimos en un sistema que no nos gusta, pero hay que vivir la vida, de cualquier manera.
-De qué están más cerca, ¿de ser una banda "divertida" o una de "discurso político" fuerte?
- Tito: Siempre hemos defendido la libertad de expresión, es de lo que va la banda. Es lo único que no traicionamos. Hemos sido invitados infinidad de veces a ser parte de partidos políticos, pero siempre hemos dicho no. Somos músicos.
- Paco: No somos Rage Against the Machine.
- Tito: Ni René de Calle 13, que están más comprometidos políticamente. Nosotros siempre pusimos la música primero.
La ficha
Molotov en vivo.
Día: Hoy.
Hora: A las 21.
En: auditorio Ángel Bustelo (Virgen del Carmen de Cuyo 610, Parque Cívico).
Entrada general: $ 300.
En: Moicano Rockería (Galería Caracol, local 71).
