Molinos de viento para combatir heladas

Llega a Mendoza un desarrollo tecnológico que permite paliar los efectos de las heladas con el movimiento de masas de aire durante la noche.

Molinos de viento para combatir heladas
Molinos de viento para combatir heladas

La llegada de la primavera marca el comienzo de un nuevo ciclo de cultivos, junto con ella llega el momento de planificación para la nueva temporada. Se trata del período propicio para hablar de protección de los huertos y planificar el trabajo de todo el nuevo ciclo.

Desde Chile llegan a Mendoza innovaciones tecnológicas que permiten paliar una de las mayores amenazas para el trabajo de todo un año: las heladas. Especialistas de Tecnipak dialogaron con Los Andes y contaron sobre estos novedosos desarrollos tecnológicos.

El arribo de esta empresa chilena a Mendoza trae consigo innovación tecnológica para combatir las heladas. El gerente general de Tecnipak, Fernando De la Lastra, explicó que están trabajando en distintas partes del país y, particularmente, en Mendoza lo están haciendo con clientes de Lavalle.

Molinos de viento contra las heladas

Estas herramientas, originalmente desarrolladas en los Estados Unidos, son distribuidas por esta empresa chilena en nuestro territorio. La operatividad de las mismas resulta sencilla y su trabajo es “mover el aire” en momentos de heladas para evitar el efecto de las mismas sobre los frutales y hortalizas.

“El concepto que hay detrás es que, durante las heladas, el perfil de temperatura se estratifica. Si tomas la temperatura ambiente al nivel del suelo, te encuentras por ejemplo con -2ºC; pero subes en altura a 10 metros y tienes 6ºC”, explica Fernando De la Lastra. En ese sentido, señala que “al cambiar esto, se mata la estratificación de la temperatura al revolver el aire”.

Las formas en que las heladas afectan a los campos son dos: por un lado, se produce una estratificación del aire en donde las capas bajas son más frías y las capas más altas son cálidas. Este tipo de helada se produce en condiciones de viento calmo o escaso. La ausencia de viento impide mezclar las capas de aire, y, además, con cielo despejado que permite una mayor pérdida de calor desde la superficie terrestre. Por otro lado, se da por ingreso de masas de aire afectivas.

Ante estos factores, desde Tecnipak explican que “siempre te conviene mover el aire porque de esa manera tienes una temperatura superior a la que se encuentra la planta”. Los motores con los que se trabaja tienen entre 170 a 180hp y tienen un alcance radial de 150 metros.

Ventajas sobre los otros sistemas

Existen otros sistemas anti heladas que se basan en la emisión de aire caliente o la utilización de agua mediante riego por aspersión. Ambos tienen sus propias características y ventajas, pero, según explica De la Lastra, este sistema los supera por diferentes factores.

Por un lado, aquellos que emiten aire caliente hacen que esas capas de aire se eleven rápidamente. “Ocupar este sistema es como tirar un corcho por debajo de la piscina y pensar que llega al otro lado sin salir a flote”, asegura el gerente general de Tecnipak.

Por otro lado, los sistemas basados en riego por aspersión dependen de una fuente constante de agua, una desventaja para lugares como nuestra provincia donde escasea ese recurso. “Uno necesita una buena disponibilidad hídrica. Pero puede producir anegamiento de los suelos y daño en árboles sensibles a la humedad” señalaron desde Tecnipak.

La maquinaria

Los molinos de viento son maquinarias que pueden funcionar con motores diésel o con gas propano, los mismos tienen un consumo de 35 litros por hora y 65 litros por hora, respectivamente. “Una máquina de viento, dependiendo del cultivo y la topografía, en cultivos bajos como arándanos o viñas puede tener una cobertura para 7 hectáreas”, revela De la Lastra.

La inversión para acceder a esta maquinaria es, en Chile, 35 mil dólares. En Argentina, por costos de importación, el precio se eleva 11 mil dólares más. La empresa ofrece financiamiento y asesoramiento constante para la utilización de estas herramientas.

“Todas las máquinas que vendemos tienen un sistema de partida automática, que se llama Autostart”, asegura. En tanto que “si la persona está dormida o tuvo que salir, se puede programar la máquina para que a los 2ºC comience a operar y corte cuando alcanza los 3,5ºC”.

Si bien se trata de un movimiento fuerte de aire, el mismo no daña los frutos. La máquina trabaja a 10 metros de altura y tiene una inclinación de 6º sobre el horizonte. Entonces el viento toca el suelo como a 80 metros de la base.

La predicción de heladas es un factor importante, “nosotros configuramos una aplicación donde se conocen los datos antes de la ocurrencia de la helada, entonces se predice a qué hora deberían empezar a encenderse las máquinas”, señalan desde la empresa.

La tecnología al servicio de los cultivos es puesta en manos de los agricultores para brindar mayor seguridad y cobertura. “Es una herramienta y esa herramienta nosotros enseñamos a usarla, ayudamos a que sea lo que ellos necesitan”, finalizó el gerente general de Tecnipak.

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