Cada vez hay más aplicaciones y sitios web que cambian su histórica paleta de colores para mutar al "modo oscuro". Si bien para muchos es una cuestión estética, para otros el uso del fondo negro y de las letras blancas son sinónimos de ahorro de batería y descanso en la vista. Pero hay algunas verdades y mentiras por aclarar.
Las compañías aseguran que la oscuridad mejora la visibilidad, además de reducir la fatiga visual. Es cierto que usar el modo oscuro en situaciones de poca luz es cómodo, pero no siempre es recomendable hacerlo, ya que el ser humano es naturalmente experto en ver las cosas más claras durante el día y no tanto por la noche, por lo que es mejor ver la oscuridad en la luz.
Numerosos estudios se han referido al contraste entre objetos y el fondo y cómo tener un fondo claro y un objeto o foco de atención oscuro mejora, por ejemplo, la legibilidad.
La llamada "polaridad positiva" es la que define a los modos claros, mientras que la "polaridad negativa" es la asociada al modo oscuro.
Los modos oscuros reducen la intensidad de luz que deben soportar nuestros ojos al mirar las pantallas, lo que nos hace parpadear menos. Si se tiene en cuenta que el ojo humano parpadea unas 15 veces por minuto, que se reduzca a casi cuatro veces por la luz intensa es preocupante. La sequedad del ojo, los dolores de cabeza y hasta una visión borrosa toman protagonismo.
Según lo informado por Wired, una investigación publicada en 2013 por los psicólogos Cosima Piepenbrock y Susanne Mayr constató que las personas leen más rápido y/o detectan más errores en la polaridad positiva (fondo blanco, letras negras).
Pero las empresas no se fijan en estos detalles. Twitter descubrió que los usuarios pasan más tiempo en la aplicación cuando el modo oscuro está habilitado. Y esto es porque el fondo blanco molesta al contexto. Si las personas pasan más tiempo así, que no sorprenda que hasta WhatsApp quiera imitar la función.
¿Qué es lo mejor entonces? Conviene asegurarse de que a nuestro alrededor haya suficiente luz ambiente para que la pantalla no sea el único punto de luz. Por supuesto que reducir las horas de exposición a las pantallas también beneficia a la vista.
Más allá de la salud, el modo oscuro sí tiene beneficios en cuanto a la batería del smartphone. En Google hicieron pruebas en las que evaluaron el comportamiento de YouTube en Android. Si el equipo tiene pantalla con tecnología OLED, el ahorro entre el modo oscuro y el normal es de un 14% (a la mitad de brillo), pero llega a ser del 60% si tenemos la pantalla al máximo de brillo posible.
¿Por qué sucede? Las pantallas OLED o Amoled son capaces de iluminar cada píxel de manera independiente, por lo que cuentan con unos tonos negros más reales. Esto implica que están reduciendo el esfuerzo cuanto más color negro hay en la pantalla. Sin embargo, las pantallas LCD tienen una tecnología más antigua que no cuenta con esa ventaja y aunque la mitad de la pantalla se muestre en negro, no ahorran tanto con el modo oscuro.
Para demostrarlo, Google comparó el consumo de energía en Google Maps en un Pixel (Amoled) y un iPhone 7 (LCD). Así comprobó que con el máximo brillo en modo normal la pantalla del Pixel consumía algo más que la del iPhone 7, pero al activar el modo oscuro la diferencia era brutal: el Pixel consumía un 63% menos de energía que el iPhone 7.
Windows ya activó el modo oscuro en su versión 10, así como Apple lo hizo en sus iPhone y iPod, al igual que en macOS Mojave.
Hay una web llamada Dark Mode List que permite saber cómo se configuran los modos oscuros con trucos y extensiones para Chrome.