En medio del panorama negativo de recortes y achiques en el sistema científico nacional y la protesta de investigadores por la disminución de presupuestos en esa área estratégica, hay posibilidades de dar una buena noticia.
Recientemente, personal de la Fábrica Argentina de Aviones "Brigadier San Martín" SA (Fadea), ex Fábrica Militar de Aviones, con sede en Córdoba, ha modernizado el primer avión Hércules C-130, de una partida de 3 aeronaves de ese tipo. La labor fue íntegramente ejecutada por técnicos argentinos.
Las refacciones permitirán que este transporte aéreo de gran envergadura tenga otros 20 años de vida útil. En 2019 se recuperarán otras dos aeronaves similares, que de no haber sido sometidas a estas intervenciones hubieran entrado en desuso.
El Lockheed C-130 Hércules es un avión de transporte táctico medio-pesado, propulsado por cuatro motores turbohélice, fabricado en los Estados Unidos desde los años '50 por la compañía Lockheed (ahora Lockheed Martin). Se trata de la principal aeronave de transporte de muchas fuerzas armadas del mundo, incluida la nuestra.
Dentro de las tareas llevadas a cabo en el marco del programa de Modernización y Remoción de Obsolescencia encarado por el Ministerio de Defensa, se destacan las mejoras en los sistemas de navegación y comunicaciones, alerta y vigilancia, búsqueda y rescate, visión nocturna, así como la digitalización del sistema de indicación y cantidad de combustible y el control electrónico de hélices.
Aun admitiendo que nuestro país tiene capacidades limitadas para la defensa -sobre todo de orden económico y tecnológico- siempre es factible mejorar y optimizar esas posibilidades y en ese marco se inscribe lo ejecutado por Fadea, esto es, prolongar la vida útil del material volante, en este caso el Hércules C-130, transporte táctico que no solo puede cumplir misiones militares, como ocurrió en la guerra de Malvinas, sino también prestar invalorables servicios civiles en casos de emergencias o cataclismos naturales, o de vigilancia y protección de recursos naturales, como es la riqueza ictícola en el Atlántico Sur.
Sería altamente beneficioso para la nación potenciar esa planta fabril, que cuenta con altísima tecnología en Argentina, lo que le ha permitido producir aeronaves y realizar tareas de modernización en aviones propios y también de países de la región.
Como apunta el brigadier Roberto José Engroba, Fadea es el actual nombre de la histórica fábrica nacional de aviones, nacida en octubre de 1927.
Esa planta fabril de Córdoba conoció tiempos de avasallante impulso, como la década de 1950, cuando surcó por los cielos el caza argentino Pulqui II, colocando a nuestra nación entre las cinco más adelantadas en la tecnología de la propulsión a reacción. En los '90 se produjo la criticada concesión para que ese emporio aeronáutico fuera explotado por una empresa extranjera, lo que luego se revirtió en 2009.
Así como criticamos los recortes realizados en Ciencia y Tecnología, nos congratulamos por estas modernizaciones de los aviones Hércules, que deberían ser el punto de partida para la consolidación de la construcción y mantenimiento de aeronaves de uso civil y militar, tal el caso de la gestión de aviones Pampa, unidad de entrenamiento básico avanzado. Esta nueva generación de Pampa está a punto de salir de la línea de montaje, luego de una década de la empresa del Estado sin producir aviones.
En 1977 se hicieron las primeras adaptaciones y mejoras en los Hércules, a los que se incorporaron tanques de combustible para el reabastecimiento de aviones de combate en el conflicto armado con los ingleses.
No muchas empresas en el mundo poseen el conocimiento y la calidad técnica de Fadea, lo que es un orgullo y una gran oportunidad de crecimiento para nuestro país.
