Moda: “Vender a puertas cerradas”

En ClubHouse descubrí como los diseñadores mendocinos eligen “showrooms” privados, para mostrar sus creaciones.

Moda: “Vender a puertas cerradas”
Moda: “Vender a puertas cerradas”

Por Federica Monge

Los showrooms privados, en los que los diseñadores locales muestran sus productos de una manera más íntima y personalizada es una tendencia instalada en Mendoza. La ventaja clara de bajar costos fijos se compensa con el desafío de atraer a los clientes. De qué se trata.

Cada vez son más los emprendedores, diseñadores y marcas que eligen esta modalidad de venta de sus productos, que empezó a surgir en Buenos Aires hace unos años y ahora se encuentra establecida en Mendoza. Se trata de espacios propios de los emprendedores, que se preparan exclusivamente para funcionar como tienda privada: ya sea el living de una casa, una oficina compartida o un monoambiente en un edificio.

Estos nuevos ámbitos comerciales, ofrecen grandes beneficios tanto para aquellos que se están iniciando como para los que buscan fidelizar clientes. Empezando por los menores costos que implica un showroom frente a los altos valores fijos que se enfrentan con un local a la calle como alquiler, servicios y personal.

Pero, por otro lado, tiene que ver con una manera diferente de comprar, en un lugar distinto, al que sólo accede cierto grupo de personas y en el cual se recibe una atención personalizada, generalmente del mismo diseñador de la marca. Allí se puede también conocer un poco más sobre la historia que hay detrás de la misma y ser parte de este circuito de diseño y producción local.

El principal desafío que proponen los showrooms a puertas cerradas, al no ser en su mayoría visibles desde la calle, es convocar a los clientes a visitar la tienda. Está en la estrategia de cada marca llegar a los mismos, ofrecerles un amplio rango de horarios para acudir así como diferentes medios de pago, descuentos y promociones.

De esta manera, los pequeños emprendedores pueden insertar su producto en el mercado, obteniendo un mayor porcentaje de ganancias que el que dejan las ventas a consignación en los tradicionales locales multimarcas. Se logra, además así, un feedback inmediato y una relación más directa con los clientes.

“El principal desafío que proponen los showrooms a puertas cerradas, al no ser en su mayoría visibles desde la calle, es convocar a los clientes a visitar la tienda”.

El texto original de este artículo fue publicado en nuestra edición impresa de noviembre. Ingresá a la edición digital para leerlo igual que en el papel, haciendo click aquí

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