La moda europea con sus nuevas propuestas de temporada, de la mano de las más prestigiosas firmas y popes del diseño mundial, ratificó con el “Fashion Week Milán” y el “Fashion Week París” que el universo masculino se abrió definitivamente a la diversidad de líneas, colores, e improntas innovadoras; liberadas de preconceptos.
Desde esa mirada la rigidez de las formas y propuestas privativas del mundo masculino desde hace tiempo fue por más y decidió redoblar la apuesta con los años. Entonces la pasarela mostró a un hombre plural, dispuesto a vestirse y ser percibido con desenfado y libertad.
En ambos casos, las semanas de la moda masculinas de Milán y París proyectaron desde sus desfiles la esencia pura del estilo europeo que se filtra sin prisa, pero sin pausa, hacia otros lares del planeta; mucho más conservadores a la hora de adoptar nuevas tendencias en los hombres. Las propuestas entrañan elegancia, distinción y originalidad, con un perfil provocador en todo sentido. Una apuesta que seduce.
Milán Fashion Week
Las célebres firmas italianas (sobre todo la del gran ícono italiano, Giorgio Armani), y la línea tradicionalmente extravagante del diseñador Roberto Cavalli, se inspiraron con gran libertad en su propio estilo, en el que el color, el mix de texturas vistosas e importantes, y la presencia exquisita de telas de gran caída y calidad, tomaron forma en trajes y conjuntos decididamente chic; que con aire desenfadado poblaron la pasarela.
Monos impactantes, pantalones de vestir, outfits casuales y desestructurados, pero definitivamente con mucha clase, propusieron un hombre tan atractivo como sensual.
Armani: siempre vigente. Bajo el lema "Los ecos de Armani", el célebre modisto recorrió, actualizándolos, modelos que marcaron la historia de la moda: la chaqueta de Richard Gere en el film "American Gigolo" y el blazer de jersey del futbolista David Beckham.
Revisados, tanto en sus formas como en sus proporciones y colores, los nuevos modelos de Armani (quien está por cumplir 80 años) mantienen su vigencia gracias al gris con tintes azules y al azul arenoso.
Los pantalones amplios, con pinzas; las chaquetas, algunas cortas, realizadas con tejidos suaves; y las camisas sueltas resultan tan nuevas y modernas como cuando las lanzó hace casi 40 años. Una moda que dura con el tiempo y que logra vencer el temor de los hombres a cambiar de vestimenta, al proponer una moda clásica y a la vez contemporánea.
Cavalli retro y estridente. Para vestir al 'hombre Cavalli', el diseñador toscano se inspiró en el Miami de otra década; el de los looks gloriosos de "Miami Vice": camisas estampadas, chaquetas de cocodrilo y de cebra, túnicas de seda con flores, pantalones blancos, shorts y una paleta intensa de colores fueron algunas de las tendencias elegidas por el diseñador para vestir al hombre el próximo verano 2015.
Los monos de estampados florales, de colores vivos, fueron su sello; sumando cadenas plateadas al cuello, anteojos de cristales negros y marco angosto, así como maxi bolsos con manijas cortas. Su universo es siempre excesivo, desmesurado, aunque guarda una cierta discreción tras las gafas de sol oscuras y esta pasarela no fue la excepción.
"Pop Art" con DSquared2. Los canadienses Dean y Dan Caten de DSquared2 invitaron al hombre moderno a entrar en el taller de un pintor del pop art, sin privación alguna. Moderno, reformista, con la dosis exacta de irreverencia cool, el color al estilo 'Andy Wharol' con tonos fuertes, rosa, verde y amarillo, al ritmo de la música de Lou Reed, formaron parte de los ingredientes de una colección alegre, contagiosa y poderosa. Una propuesta que libre de tapujos brindó todo tipo de combinaciones posibles.
DSquared2 apostó por chaquetas rosas, camisas verdes y pantalones blancos, prendas que combinaron también con chaquetas amarillas con estrellas y pantalones negros.
Las camisas blancas con estampados de colores fueron la clave de esta colección que, diseñadas con formas geométricas, animales e incluso el rostro de la estrella de Hollywood, Marilyn Monroe, se combinaron con pantalones de un blanco puro; tanto cortos como largos y arremangados en los tobillos.
También el estampado camuflaje apareció en esta colección, tanto en pantalones como en chaquetas, pero no en verde militar, sino en una mezcla de colores que fueron desde el amarillo hasta el azul, pasando por el rosa y el verde.
Como complementos, la firma DSquared2 propuso gafas de grandes cristales, bolsos de gran tamaño y asas cortas, cinturones de cuero oscuros y sombreros que, en tonos azules, completaron la imagen.
En los pies, ganaron los zapatos cerrados y de cuero negro, que se alternaron con zapatillas deportivas verdes, rosas, blancas y negras, y sandalias abiertas también con detalles en rosa y verde.
Gucci y Fendi. Gucci presentó la que ha sido una de las líneas más sofisticadas y elegantes de esta pasarela: gabardinas y trajes entallados serán los protagonistas en los armarios de los hombres la próxima primavera.
Siguiendo la línea naval, la casa italiana siguió el patrón de azules, blanco y tonos tierra para sus prendas, rematándolas con nudos y detalles marineros, sin olvidarse de los complementos: grandes bolsos y mochilas para ellos.
La directora creativa de esta firma, Frida Giannini, propuso una moda basada en trajes de chaqueta y pantalón de corte recto, y ligeramente ajustados, que pueden verse tanto en blanco, como en negro, y también a rayas. Pero Gucci no solo se centró en estos dos colores, sino que propuso una colección en la que también hubo cabida para los tonos rojo, beige y azul marino.
Las tendencias mostraron chaquetas con doble botonadura que se combinaron con pantalones de tejido jeans, arremangados por encima de los tobillos.
Por su lado los mocasines en marrón y blanco, y las zapatillas deportivas, completaron la imagen masculina de este hombre con mucho 'charme'.
Por su lado Fendi apostó por el jean, pero solo en apariencia. Camisas de algodón y camperas de piel o neoprene se lucieron con estampas, que imitaron el tejido de jean.
También los pantalones azules y beige fueron combinados con camisas negras y azules, una imagen que se complementó siempre con sandalias híper cancheras.
París Fashion Week
La moda masculina continuó su periplo en las pasarelas de París, con colecciones que ya van marcando tendencias para la primavera y el verano 2015.
Tras los modelos presentados en Londres y los desfiles de Milán, París presentó cerca de unos cincuenta desfiles hasta el día de ayer.
El veterano Lucien Pellat-Pinet (que festeja 20 años de coloridas colecciones que le valieron el apodo del “rey de la cachemira”) abrió el juego con una presentación en showroom muy callejera, con estampados de calaveras y hojas de cannabis, “símbolo de la libertad”.
"Desde hace 20 años, lo que me interesa es vestir la calle, con ropa que todo el mundo puede llevar, utilizando la mejor calidad de fibras para la cachemira y los mejores algodones, para que la ropa gastada pueda usarse durante años", explicó el diseñador en diversas publicaciones fashion.
Valentino, Carven, Van Beirendonck y Raf Simons
Se trata de marcas consagradas que, cada cual a su manera, demostraron que la moda masculina es todo menos aburrida. Hubo propuestas que fueron desde lo sobrio a excentricidades radicales; no siempre fáciles de llevar, pero sí de alto impacto en pasarela.
El hombre Valentino. Siempre le gusta estar fuera de lo común, con una línea de guardarropa iconoclasta, según proclama el propio dúo de estilistas María Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccoli.
La silueta del diseño es ágil, falsamente descontracturada, a la vez controlada y elegante, con estampados que crean un falso desorden. Desde su sello regresa el camuflaje militar, aunque en materias lujosas como la cachemira y la seda.
Walter Van Beirendonck. Mostró una colección llena de colores y referencias al arte pop. Los sacos se deconstruyen para evocar en algunos casos el kimono, y en otros las chaquetas bordadas y coloridas del siglo XVIII occidental, antes de que caiga sobre el guardarropa masculino la oscura tristeza vestimentaria decimonónica. Los botones que reemplazaron las costuras laterales.
En un registro más provocador se mostraron fauces de tiburón y armas de fuego estampadas en algunas prendas. Algunos modelos incluso, llevaron vísceras verticales prolongadas en el rostro hacia adelante. Definitivamente el belga es para aquellos que se atreven y no temen llamar la atención.
Carven. En las antípodas, con dominantes azul marino, negro y gris, Carven desplegó su anticipo de verano y contó a los medios: "Quise repensar la noción de verano", explicó entre bambalinas el diseñador Guillaume Henry. "¿Qué es el verano? ¿Sólo una camisa hawaiana?". En esta colección, efectivamente, no hubo ni flores, ni colores intensos; fuera de un naranja flúo en dos de los modelos. El resultado fue la elegancia y sobriedad.
Por su lado el belga Raf Simons mostró una colección en donde hubo: elegancia sobria y monocromática pero también estampados coloridos y 'arty'.
Louis Vuitton. El relevo generacional que Kim Jones le ha dado a la línea masculina de Louis Vuitton, gran expectativa en propuestas que no decepcionaron. La legendaria firma de piezas de viaje, reconvertida hoy en casa de modas de lujo, volvió a sorprender con sus propuestas: un viaje, precisamente, por la frontera norte de India mostraron outfits con brillantes combinaciones en naranja y hot pink -dos colores en principio esquivos a la moda masculina, pero que tuvieron un papel destacado sobre prendas de corte militar-.
¿Las líneas?: cintura muy alta, ajustada, camisa y anteojos de sol redondos; muy look de los '70, aunque el 'hombre Vuitton' no tiene nada de hippie, sino que al contrario, es muy sofisticado.
Para 2015 ‘el hombre Vuitton’ prefiere el color pelo de camello, el kaki y el azul, pero no vacila en cubrirse con una campera naranja o rosada, ambas muy chillonas. Como siempre, el desfile sirvió para mostrar bolsos y otros accesorios, comercialmente más importantes para la marca que la propia ropa, accesible a unos pocos y que sirve sobre todo como gancho en la vitrina.
Issey Miyake. La pasarela, transformada en muelle, dio el tono de antemano al clima y look de la colección. El diseñador de la marca, Yusuke Takahashi, se inspiró en sus vacaciones en el Pacífico, en el archipiélago de Palaos. Así, la primavera y el verano sonrieron por fin con Issey Miyake. La marca japonesa propuso un guardarropa completo: del traje al sombrero de paja, con una moda amplia, confortable y alegre. Frutas tropicales, medusas, calamares y otras criaturas marinas aparecieron en varios modelos, o con estampados de fotos de Claire Nouvian, que milita por la preservación de los fondos marinos. El color dominante fue el azul.
La moda masculina y los riesgos que toma
Es arriesgado, pero ahora mismo está en auge total. El sector de moda masculina se encuentra en un momento de expansión, de renovación a nivel conceptual, quitándose tapujos. Igual que Yves Saint Laurent le puso traje a la mujer, plasmando una androginia muy marcada, ahora está empezando a ser al revés. El hombre cada vez es más femenino en su indumentaria. ¿Una tendencia que responde a un hecho social y la revalorización del hombre?
En una publicación reciente (lavanguardia.com) Guillem Rodríguez, diseñador catalán de solo 22 años (ganador del premio Modafad y recientemente galardonado con el premio al Mejor Diseñador Joven Español) opinó: “La moda masculina está inmersa en un proceso de feminización de las prendas”.
Tal afirmación cobra concreción hace tiempo, pero ya desde la afirmación misma de diseñadores jóvenes, como Rodríguez, las alternativas que proyectan los diseños independientes y los diferentes Fashions Weeks; sumado a las propuestas en pasarela de los más prestigiosos diseñadores y firmas, ayudan a repensar los nuevos estilos y líneas para un hombre que avanza.
Desde Indigna (y con la mirada en la provincia) una de sus ‘alma mater’, Alejandra Pérez, precisó: “Si bien el hombre mendocino cada vez se anima un poco más a transgredir y dejar atrás la chomba rosa y el pantalón de gabardina beige, todavía hay resabios de convencionalidad. La figura masculina siempre está en la lupa, veo que hay una etiqueta más marcada que en la mujer. Existen looks skater, hipsters o rugbiers (por nombrar algunos); pero falta más individualidad o una búsqueda más arriesgada a la hora de lucir las prendas y enviar un mensaje mediante la vestimenta.
- ¿Qué opinás respecto a que la moda masculina estaría inmersa en un proceso de feminización de las prendas?
- Se puede notar una ola general de un concepto andrógino, sobre todo en el color y texturas de las prendas. Ya no existe la distinción del rosa para nenas, y celeste para chicos. La mezcla ya está instaurada y funciona perfecta. Morfológicamente todavía estamos reacios a ese proceso de feminización, sobre todo en la provincia. Aunque destaco el trabajo de Lucas Alfonso, quien presentó su última colección en el desfile de Indigna, y nos sorprendió con una estupenda interpretación de las prendas masculinas: llenas de concepto y desobediencia ante los cánones impuestos por los fantasmas de una sociedad que le da vuelta la cara a la vanguardia. Impecable trabajo que responde por sí sólo la pregunta.
- ¿Existen pros y contras en estas posturas de polos que se repiensan como al revés?
- Viendo a la indumentaria como una forma de expresión no creo que existan pros ni contras. En última instancia es más positivo saber que podés contar con un abanico de posibilidades que trascienden de la vidriera que uno acostumbra a indagar. Sé perfectamente que puedo comprar una prenda de hombre y que encaje a la perfección con mi outfit femenino. Y viceversa: un hombre puede apreciar una prenda femenina y darle uso sin caer en etiquetas maliciosas.
Creo que lo más importante, más allá de lo que se imponga por moda, es aceptar la diversidad y la gran oferta, sintiéndonos cómodos con lo que usamos, sabiendo que transmitimos un mensaje consciente, y que las opiniones terrenales son meros impedimentos de algunos, a la hora de ver el gran lienzo.