Mendoza le sienta bien a Los Pumas. Como el año pasado, el seleccionado argentino de rugby ayer estuvo muy cerca de la hazaña, a tan sólo ocho minutos de lograr lo que hubiese sido el primer triunfo sobre Sudáfrica. Sin embargo, en el último tramo de la segunda fecha del Rugby Championship, los poderosos Springboks tuvieron más resto y ganaron por 22 a 17.
El resultado dejó un sabor agridulce. Agrio porque el combinado nacional durante gran parte soñó con romper el maleficio ante los Boks, pero en el final ese sueño se diluyó con dos penales en contra. Y dulce porque Los Pumas dieron una demostración de superación, amor propio y orgullo para cambiar su imagen, tras la dura derrota en Soweto.
El representativo argentino "madrugó" a la visita con un try desde una jugada por el callejón del line y a pura guapeza de los forwards, que terminó con Leguizamón dentro del ingoal. Fue un mensaje muy claro a los africanos: "en casa mando yo".
Hubo presión en campo ajeno y rigor en los tackles, pero los dos veces campeones del mundo demostraron toda su fortaleza y potencia física en el contacto para equilibrar las acciones. Hubo un penal por lado, y antes del cuarto de hora Sudáfrica, luego de insistir en la ofensiva encontró la conquista sobre la bandera para igualar el marcador 10 a 10.
La visita se tuvo confianza, no pidió palos y fue al line, pero Los Pumas metieron un ruck para recuperar la pelota y los aplausos bajaron de las tribunas. Y Argentina también demostró sus ganas de jugar, pero algunas veces se equivocó con el uso del pie.
A los 36' Los Pumas se lanzaron con todo, percutieron con los forwards, González Amorosino se cortó y un par de fases después Bosch completó aterrizando en la meta rival. Y antes del descanso Steyn dejó el parcial 17 a 13 para el local.
En el complemento cambió el trámite, Argentina tuvo más trabajo en defensa que en ataque y en sólo 5' Sudáfrica se puso a uno de distancia. Si bien hubo un par de escapadas de los backs argentinos, no generó peligro cerca del ingoal y las acciones fueron más trabadas y desprolijas. Y a ocho del final Steyn dio vuelta el tanteador y con la última bola selló el triunfo.
La mística Puma revivió en Mendoza
Los Pumas lavaron su imagen en el Malvinas y estuvieron cerca del triunfo ante Sudáfrica.
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