Una joven pareja y un adolescente fueron detenidos esta tarde en Luján como los principales sospechosos de asaltar y asesinar al matrimonio de ancianos, cuyos cadáveres aparecieron el domingo en una planta potabilizadora de Maipú. Buscan los elementos que les habrían robado a las víctimas.
Lo que hasta las últimas horas de anoche se cubría de misterio comenzó a develarse. Tras el hallazgo de los cuerpos de Antonio Ortega y Paulina Bransini, ambos de 76 años, en la planta de Cruz de Piedra el domingo por la tarde y del Citröen C3 de las víctimas totalmente incinerado ayer por la mañana -entre las rutas 15 y 7, frente al Bajo Luján- los sabuesos iniciaron una investigación.
De averiguaciones practicadas en la zona donde apareció el vehículo sin las ruedas, esta tarde el fiscal especial Santiago Garay ordenó librar tres allanamientos. "Estábamos vigilando tres casas. En dos no encontramos nada y en la tercera cuando la Unidad Investigativa iba llegando, salió una mujer que inculpó a su marido", confío a Los Andes una fuente policial vinculada a la investigación.
De acuerdo al relato del pesquisa, la mujer confesó que su marido y un cómplice habían asaltado y ejecutado a la pareja. Pero cuando los uniformados ingresaron a la vivienda, cuya ubicación no trascendió, no encontraron demasiados elementos que probaran que efectivamente el ahora aprehendido y su secuaz hubieran cometido el robo. Sin embargo, ella, de 21 años, y su pareja -de 23 años- quedaron detenidos.
Por eso, se continuaron realizando operativos en la zona e intensivos rastrillajes para intentar dar con lo que les habrían robado: una conservadora de frío y reposeras, según trascendió. Así fue que luego la policía logró dar con el hermano del sospechoso, un adolescente de 17 años con quien habrían cometido el atroz hecho.
“Todavía no tenemos muchos elementos probatorios para vincularlos, salvo el testimonio de la mujer”, admitieron las fuentes consultadas. Sin embargo, las fuentes señalaron que encontraron algunos objetos que deben ser identificados por familiares de las víctimas.
De acuerdo al relato que les dio la mujer a los investigadores que ingresaban a su casa, los acusados mataron a los ancianos en la zona conocida como La Gruta, en las cercanías del cruce de la ruta 7 y la 40 en Luján, y arrojaron al cauce los cuerpos, que fueron arrastrados por el agua hasta la planta potabilizadora. Luego se llevaron el auto y "lo enfriaron" en una vivienda de la zona para luego quemarlo el domingo por la noche.
Con el revelador testimonio y tras las averiguaciones practicadas, los investigadores se inclinan a pensar, ahora sí, que se trató efectivamente de un homicidio. "Cuando encontrás un auto quemado y dos personas ahogadas, todo apunta a un robo seguido de homicidio. Los hechos hablan por sí solos", resaltaron pesquisas del caso.