Un pequeño paraíso acuático, las "Cascadas de Agua Azul", que solía atraer a numerosos turistas en el estado sureño de Chiapas, desapareció de la noche a la mañana por efecto del terremoto de 8,2 grados Richter que sacudió a la zona el 7 de septiembre pasado
"El azul añil del agua, el verde de la vegetación, la brisa constante y el sonido acuático inagotable contribuyen a hacer de este lugar, uno de los más espectaculares e inolvidables de México", solía anunciarse este pequeño edén a través de Internet
Hoy el lugar, ubicado a 133 kilómetros de San Cristóbal de las Casas, la segunda en importancia de Chiapas, está totalmente yermo y las poblaciones de los alrededores se preguntan de qué van a vivir cuando gran parte de la economía local estaba articulada en torno a este atractivo natural
El río Agua Azul solía descender sobre un lecho de piedras calizas en escalones formando una serie de impresionantes cascadas que creaban piscinas naturales contenidas por diques calcáreos, llamados "gours" en la terminología geológica.Los intrépidos amantes de los deportes extremos solían descender por los cauces y llegar hasta donde la cascada se precipitaba hacia el río Tulijá para contemplar paisajes prístinos y de una belleza imponente
En los alrededores funcionan cabañas, restaurantes, tiendas de artesanías, un aparcamiento de autos, servicios sanitarios y otros
Aunque abundan los mosquitos, con la ropa adecuada y un buen repelente, como lo aconsejan las guías turísticas, era posible disfrutar de un paisaje casi sobrenatural
Sin embargo, el viernes pasado, los pobladores del centro turístico Cascadas de Agua Azul y operadores turísticos se quedaron impactados cuando observaron la reducción dramática de la corriente del río y luego su práctica desaparición
De inmediato dieron aviso a las autoridades provinciales y federales que realizaron un sobrevuelo aéreo y un recorrido terrestre para indagar las causas de este asombroso fenómeno.Los indígenas choles que habitan este edén, en el municipio de Tumbalá, se declararon alarmados porque su forma de vida se extinguió, lo mismo que operadores turísticos que incluyen este lugar en su ruta rumbo a la Zona Arqueológica de Palenque y la región de la Selva Lacandona
Luis Manuel García, director de Protección Civil de Chiapas, pidió a la población "mantenerse atenta ante cualquier anormalidad" en ríos y arroyos por si es necesario hacer evacuaciones preventivas
El fenómeno desató versiones de que comunidades indígenas ligadas al movimiento zapatista habían desviado el cauce del río o que un río subterráneo estaría succionando el agua por el suelo cavernoso que existe en la zona
Desde hace unos 10 años, indígenas ligados a la rebelión indígena zapatista iniciada en enero de 1994 disputan el control de ese centro turístico con los pobladores, y se han llegado a suscitar enfrentamientos entre dos grupos que cobran peaje en dos puntos diferentes
Fue a raíz del terremoto, con epicentro en Chiapas, que arrojó un centenar de muertos, cuando comenzó la reducción del flujo de agua en la zona que cada año recibe a unos 200.000 turistas
Ante este problema, autoridades locales y federales anunciaron que en 20 días presentarán un "proyecto integral" para solucionar el problema
"Es posible recuperar el sitio, sólo necesitamos mucha voluntad, recursos y una estrategia de mediano y largo plazos", dijo Adrián Méndez, delegado de la Comisión Nacional de Areas Protegidas en el estado
Gabriel Limón, funcionario de la Comisión Nacional del Agua, aseguró que el terremoto "colapsó las oquedades superficiales de la formación rocosa que mantenía el cauce" pero dijo que la degradación en esa zona empezó desde hace varios años por la deforestación, aunque afirmó que "es posible recuperarla"
El río Agua Azul atraviesa los municipios de Tumbalá, Chilón y Salto de Agua, en una zona natural protegida que se extiende por 2.589 hectáreas.