Una mujer de 27 años fue asesinada ayer a la noche a machetazos delante de sus cuatro hijos, en la localidad de Eldorado, en la provincia de Misiones.
Su pareja, principal sospechoso del femicidio, fue detenido por la Policía local en una zona boscosa cercana a la vivienda donde ocurrió el brutal hecho.
El homicidio se produjo ayer a las 20.30 en la vivienda que compartían Portillo; su pareja, Maximino Barua, de 29 años; y los cuatro hijos de ambos, de entre 3 y 12 años, situada en un asentamiento de Eldorado, ubicado a 200 kilómetros al norte de Posadas.
Vecinos dijeron que la víctima, Paulina Portillo, había formado un grupo que se reunía en su casa en busca de prevenir hechos de violencia contra las mujeres, los niños y los ancianos.
De acuerdo con testimonios de vecinos y de investigadores, el ataque fue perpetrado tras una discusión en elevado tono entre la víctima y Barua.
"Papá mató a mamá", dijo uno de los chicos, según relató una de las vecinas.
Según las mismas fuentes, en un momento todo quedó en silencio y varios vecinos decidieron ir hasta la casa por temor a lo que pudiera haberles ocurrido a la mujer o a los niños.
Uno de los allegados ingresó al dormitorio del matrimonio, donde halló el cuerpo de la mujer con heridas cortantes en el tórax y en el rostro, en medio de gran cantidad de sangre, a la vez que, junto a otros vecinos, vio que el hombre huía del lugar.
Vanesa Pucheta, una de las vecinas y amiga de la familia, dijo que había ingresado a la casa "que estaba totalmente oscura y en silencio".
"Al llamar a los chicos, uno de ellos salió de debajo de la cama y me dijo: 'Papá mató a mamá, tía'", afirmó la mujer.
Poco después llegó la policía, pero ya no encontró a Barua por lo que se inició su búsqueda.
A través de las cámaras de seguridad, los policías detectaron que el hombre se había internado en una zona boscosa del área urbana de Eldorado y centralizaron la búsqueda en este punto, donde tres horas después fue aprehendido y trasladado a una comisaría.
En declaraciones a radios de Posadas, la misma vecina reveló que la víctima "había formado una célula de reuniones en su casa para prevenir los casos de violencia, tanto contra la mujer como contra los niños y los ancianos. "Los hombres ya no nos protegen", lamentó.
La Justicia dispuso la realización de una autopsia de la víctima, que habría recibido más de diez cortes y puntazos durante el ataque.