Con la misión de mantener el control

Con la misión de mantener el control

El kirchnerismo iniciará el período de sesiones ordinarias en el Congreso con la misión prioritaria de mantener la primera minoría que ostenta en el Congreso, dado que el control del Parlamento será clave para la continuidad de las políticas del Gobierno nacional en los dos últimos años de gestión de la presidenta Cristina Fernández.

La oposición, con varios candidatos presidenciales en sus filas, pero bastante atomizada, deberá decidir si privilegia la necesidad de definir acuerdos parlamentarios para frenar los avances del oficialismo o si decide optar por defender intereses electoralistas con miras a las elecciones de 2015.

En medio de esta puja de poderes aparece una agenda legislativa que tiene temas de relevancia para la vida de los argentinos como la reforma de los códigos Civil y Penal, el acuerdo de indemnización a Repsol por la expropiación del paquete accionario de YPF y los reclamos de la oposición por una reforma impositiva.

En la Cámara de Diputados, con 35 bloques políticos, el Frente para la Victoria tiene aseguradas 118 bancas, a las que se suman 14 aliados, provenientes de Nuevo Encuentro, el Frente Cívico por Santiago, el MPN, el PJ La Pampa y el Movimiento Solidario Popular.

Ante estos números, el bloque presidido por Juliana Di Tullio no tendría problemas para sumar los 129 votos necesarios para conseguir quórum y sacar adelante los proyectos del oficialismo como se dio durante el año pasado.

Sin embargo, la preocupación está centrada en mantener alineada a la tropa kirchnerista en un momento en que comienzan a ponerse en disputa las candidaturas para las elecciones de 2015 y el oficialismo aún tiene el sabor amargo que le dejó la última legislativa, cuando perdió en los principales distritos del país.

La oposición, en tanto, se presenta dividida con el radicalismo con el bloque mayoritario, pero con la posibilidad de conformar un amplio frente con el socialismo, el GEN, la Coalición Cívica y Proyecto Sur, entre otras fuerzas, para intentar instalar algunos temas de la agenda.

Este frente progresista no kirchnerista tendrá varios candidatos presidenciales como Julio Cobos y Hermes Binner, a quienes podría sumarse Elisa Carrió, mientras que en el Senado estarían Ernesto Sanz y, tal vez, Fernando “Pino” Solanas.

Por su parte, el Frente Renovador, comandado por Sergio Massa, debe apostar a un fuerte trabajo legislativo para ganar protagonismo y mantener en el centro del escenario político al ex intendente de Tigre, otro de los candidatos presidenciales que tiene la Cámara baja.

Massa apeló a una fuerte campaña de seducción para sumar aliados en Diputados, pero no le alcanzó para concretar un bloque único y aglutinó a varios monobloques al del Frente Renovador.

Otro de los que depositó una importante expectativa en lo que ocurra en el Congreso para sus aspiraciones presidenciales es el jefe del Pro, Mauricio Macri, quien alistó a sus 18 diputados y tres senadores para que consoliden la identidad del macrismo en el Parlamento.

La duda está centrada en si todas las fuerzas opositoras estarán dispuestas a renunciar a intereses electoralistas para avanzar en un acuerdo legislativo a fin de resistir a la mayoría oficialista.

A todo esto, se suma el desembarco en la Cámara baja de los diputados de izquierda Néstor Pitrola, Nicolás del Caño y Pablo López, tras la histórica elección realizada el año pasado.

En el Senado, con 23 bloques políticos, el kirchnerismo también goza de la primera minoría con 33 senadores nacionales propios y cuatro aliados, lo que le permite alcanzar el quórum (37 senadores) en ese cuerpo legislativo.

Además, el oficialismo cuenta con aliados circunstanciales como la ex “reutemannista” Roxana Latorre, el correntino José María Roldán (Frente de Todos) y su comprovinciana del Partido Liberal de Corrientes, Josefina Meabe.

Ahora la atención estará puesta en cómo reaccionarán aquellos legisladores peronistas que integran el bloque oficialista tras la decisión de la presidenta Cristina Fernández de elegir al radical K Gerardo Zamora como presidente provisional del Senado y colocarlo así segundo en la línea de sucesión.

Más allá de este punto, la relación de fuerzas dentro de la Cámara alta se mantendrá sin modificaciones, con el radicalismo como segunda fuerza, que prevé avanzar en un acuerdo parlamentario con el nuevo interbloque de centroizquierda integrado por el FAP y UNEN.

El otro nuevo interbloque es el que conforman Juan Carlos Romero, Adolfo Rodríguez Saá y Carlos Reutemann, entre otros peronistas disidentes.

A todo esto se agrega el bloque Pro que, con Gabriela Michetti, Diego Santilli y Alfredo De Ángeli, debuta en el Senado.

Agencia DyN

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