Tras recibir un crédito del FMI que es récord histórico, el Gobierno argentino buscará esta semana en la ciudad china de Beijing respaldo financiero del gigante asiático e intentará que avancen inversiones en infraestructura ya conversadas.
Nicolás Dujovne, jefe de Hacienda, y Guido Sandleris, presidente del Banco Central llegarán para llevar adelante reuniones desde el miércoles. Ambos la semana pasada se reunieron con inversores en Nueva York para explicarles el plan de estabilización macroeconómica.
En la Casa Rosada revelaron algunos objetivos macro para este viaje, pero son cautelosos con las precisiones acerca de sus deseos sobre acuerdos posibles. El país podría sumar nada menos que 9.000 millones de dólares de financiamiento chino para expandir su capacidad nucleoeléctrica.
Las relaciones entre Macri y los chinos tendrá así un nuevo capítulo en una historia de tensiones y desencuentros. Cuando asumió, el Presidente pretendió frenar y modificar lo acordado por su predecesora, Cristina Kirchner, por desconfianza sobre situaciones desventajosas.
Hoy, por ejemplo, está preso Gerardo Ferreyra, dueño Electroingeniería SA. Esta firma es la encargada de construir por 4.310 millones de dólares en Santa Cruz las represas Cóndor Cliff y La Barrancosa, junto a la china Gezhouba, que aún no acusó recibo de la situación del empresario K.
La firmeza de los chinos y la posibilidad de que se derrumbaran inversiones en energía e infraestructura que pueden ascender hasta 30.000 millones de dólares, hizo que Macri revisara su postura inicial y viajara a Beijing en 2017 para ratificar los acuerdos.
Para China, la Argentina es de interés en tanto parte de una América Latina en la que encuentra las materias primas y los alimentos que necesitará en el futuro, y a la que los Estados Unidos le da una importancia geopolítica menor.
Ahora Macri quiere firmar un nuevo entendimiento con su par Xi Jinping para el desarrollo en el 2022 de la quinta central nuclear con tecnología y financiamiento chino.
Esto podría ocurrir a fines de noviembre en el marco de la Cumbre de Líderes del G-20 en Buenos Aires.
Será este el primer gran acuerdo de inversión que anunciará el jefe de Estado después de seis meses en los que la crisis cambiaria que lo ha obligado a pedir un préstamo de 56.300 millones de dólares al FMI.
Las actividades comenzarán el miércoles en Beijing y se prolongarán durante tres días, con una agenda que incluye un encuentro con empresas chinas y cerca de diez reuniones con diversas entidades públicas y privadas.
Alrededor de las mesas de diálogo se sentarán representantes del Banco Popular de China; de China International Capital Corporation, compañía de banca de inversión y servicios financieros; de y Sinosure, empresa estatal que otorga seguros de crédito a la exportación.
Los funcionarios nacionales también mantendrán encuentros con Exim Bank (Banco ejecutor de la política gubernamental de industria, comercio internacional, diplomacia y economía); y el Banco de Desarrollo de China (recaudador de fondos para grandes proyectos de infraestructura).
En el Gobierno aseguran que la misión oficial llevará el objetivo de informar sobre el contexto macroeconómico argentino y sus perspectivas.
La misión de Mendoza está en Shanghái
Puede prestarse a confusiones, por eso valen las aclaraciones. Desde anteayer una misión del Gobierno de Mendoza, encabezada por el ministro de Economía, Infraestructura y Energía Martín Kerchner, está en China, más precisamente en Shanghái. La comitiva mendocina luego irá a Guangzhou y Singapur.
Es decir que la avanzada del Gobierno nacional en Beijing encabezada por Nicolás Dujovne y Guido Sandleris, no se cruzará con los mendocinos.
La comitiva provincial participará hoy de la China International Import Expo. En esa feria que se realiza en Shanghái estará el presidente chino Xi Jinping.
El único funcionario nacional que estará en Shanghái es el ministro de Producción Dante Sica, quien estará acompañado por el embajador argentino en el gigante asiático Diego Guelar.
