"Al bailando no voy ni loca", dice Mirna Lusso (61), una docente jubilada que es la sensación del momento en Twitter. Es que desde Semana Santa a la fecha ha logrado que más de 60 mil tuiteros de todo el país (y algunos del extranjero) la sigan por esta red social en la que también tiene un club de fans.
"Sé que es efímero, pero lo estoy disfrutando mucho", cuenta a Los Andes desde el sur del país, donde se encuentra pasando unos días de vacaciones junto a su hija Elea (33) y su yerno, arqueros de primera de hockey en el club Los Perales.
“Lo que está pasando me genera sorpresa, alegría y muchos sentimientos encontrados, porque no quiero aferrarme a los 60 mil y que después tenga cinco seguidores”, explica Mirna que fue maestra del colegio Compañía de María durante 40 años.
Una twitstar
La fama llegó la última Semana Santa, cuando su hija le regaló un nuevo celular e instaló Twitter en el dispositivo. Igual, la docente ya participaba activamente en Facebook por lo que una nueva red social no la acobardó.
“Tengo el feis hace bastante. Mi hija me creó la cuenta y participo mucho. Lo que pasa es que me da cosa cuando una persona publica algo y nadie le pone nada. Entonces yo siempre le pongo un me gusta y le hago un comentario”, asegura Mirna que hace 41 años vive en la misma casa de Luzuriaga, en Maipú.
Con frases (y sin hablar de política) como “Los abuelos estamos de moda… los abuchorros ahre” o “restos del pastel de camote....same batata” o las fotos de sus perros Roberto Jhon y Ñata Girl, Mirna se ha convertido en una verdadera celebrity, con memes incluidos. Y aunque muchos sospechan que su perfil no es real, ella insiste, con un humor tan transparente como el de sus posteos: “Yo existo, soy de verdad”.
"Ahre"
La verdadera irrupción en Twitter de esta jubilada mendocina sucedió un día de mayo cuando publicó que estaba durmiendo la siesta. “Un chico me puso que cómo podía tuitear estando dormida y yo le respondí que como soy docente uso las neuronas cuando duermo. Ahí empezó todo”, declaró entusiasmada por las preguntas del periodista. Después siguieron sus posteos “ahre”, que generan complicidad con sus seguidores más jóvenes.
"Me regala los buenos días Mirna?", "Mirnaaa que se puede cocinar un día hoy?", "Mirna tenés que implementar el same", le dicen sus #NietitosTwitteros, como se autodenominan sus seguidores del club de más de 2 mil fans creado en Buenos Aires por una follower.
Viejos son los trapos
Mirna dice que ella no es ninguna abuela aunque todos quieran ser sus nietos. Ella asegura que siempre ha participado mucho en las actividades culturales de la zona donde vive y que, de hecho, es la secretaria del centro cultural N°1 Dorita Pereyra.
“Además soy ama de casa, cocino y plancho. Y trato de mantener el cerebro siempre ágil y activo”, advirtió señalando que no siempre tiene tiempo para tuitear debido a esto.
Mirna -“en Luzuriaga soy conocida porque es un nombre raro”- dijo que le preocupa que muchos adolescentes le hayan preguntado por temas relacionados con el suicidio, y de hecho, es un tema al que ha dedicado alguno de sus tuits. Pero las consultas también vienen por el lado del estudio. Con inconfundible voz de maestra contesta: “Yo les digo como decía una profesora. Si quieren estudiar, dejen el celular y el culito en la silla. Al estudio hay que dedicarle horas”.
Para terminar, la docente devenida en un ejemplo de la predicción warholiana (que todos tendremos 15 minutos de fama) dice que le han sugerido que se haga un perfil en Instagram, pero dice que no, que es suficiente para ella.
“Yo siempre le digo que ella es la Reina Madre pero por lo cholula que es. Pero lo importante es que está feliz y eso me pone feliz”, cierra su hija Elea remarcando que lo que importa, efímero o no, es eso.