“¿Yo cómplice del Proceso?”, se preguntó, una y otra vez, el ex camarista Luis Miret, en una declaración que se extendió más de cuatro horas. Tras algunas preguntas del ministerio Público (Jorge Auat) y la querella (Pablo Salinas y Viviana Beigel) se pasó a un cuarto intermedio para el próximo lunes 28, cuando se continúe con el interrogatorio y otras declaraciones de este llamado megajuicio y que, junto a una treintena de ex militares y ex policías, tiene como imputados a otros tres ex magistrados: Guillermo Max Petra Recabarren, Evaristo Carrizo y Otilio Roque Romano y que, por ahora, han optado por el silencio.
Miret funcionario de la Justicia por más de 50 años (ingresó como oficial de 9° en setiembre de 1956, después fue nombrado procurador fiscal en San Luis y defensor de pobres e incapaces en el Juzgado Federal de Mendoza en setiembre de 1974), consideró que este juicio se debe a una “manipulación política de esta causa y que es la razón por la que estoy procesado”.
Precisamente sobre este punto el ex camarista remrcó: “La mayoría de los hechos son del año 1976, del ‘77, del ‘78 y del ‘79, cosas totalmente ajenas a mí”. Sin embargo, se explayó en la causa “Fiscal c/Mochi”, iniciada por la Policía y donde “firmé, como juez subrogante, la orden de allanmiento y se detuvo como a 12 personas. Y creo que Mochi intentó escapar y fue herido en una pierna y después detenido. Precisamente, Mochi tenía orden de captura firmada por mí…”, relató.
Otros ex fiscales
En su declaración no olvidó ninguno de los nombres que tuvieron participación en el mismo ámbito. Y puso como ejemplo a los ex fiscales federales Ernesto Peñaloza, Carlos Fuego y Edgardo Díaz Araujo, a los que señaló como “excelentes personas”, pero recordando que ellos “fueron excluidos de este juicio y está muy bien porque no hicieron nada, por eso pregunto ¿qué es lo que se pretende de mí?”, expresó frente al Tribunal.
Miret se defendió también de la nueva acusación de asociación ilícita, en vez de omisión de investigación en los Hábeas Corpus. Además está imputado por ser partícipe primario las detenciones ilegales, homicidios, torturas, ataques sexuales y robos, durante los años ‘70.
Acompañado de un ayuda memoria, papeles, recortes y algunos fallos, recordó que cómo camarista, junto a los otros miembros, dictó la prisión preventiva de los generales Jorge Maradona, Mario Ramón Lépori, Julio César Santuccione (ex jefe de la policía de Mendoza ya fallecido), Alcides París Francisca (ya condenado a perpetuidad) y Pedro Sánchez Camargo (quien fuera jefe del D-2), en un hecho “por demás demostrativo que no tenía afinidad con la policía, sino que por el contrario tengo un sentimiento de antipatía”.
Vivió de cerca el atentado contra el juez federal Oscar Agüero (una bomba destruyó su casa) y de inmediato tuvo que asumir como juez subrogante: “recién llegado de San Luis y sin experiencia en el cargo de juez”, expresó.
Sin embargo el ex camarista consideró que “por cuestiones políticas de los Derechos Humanos se lo asoció a Romano, y por eso de ocho magistrados que intervinieron en esos años, sólo se trajo a juicio a 5”. Recordó que “no compartió la posición” del ex camarista y pidió al Consejo de la Magistratura que “separara las causas” y así se hizo y en ella, se defendió personalmente.
Miret habló de que por el corto tiempo que actúo como juez “no se me puede acusar de asociación ilícita” e hizo referencia a su “independencia”. “En otras palabras yo siempre fue indócil de todos los gobiernos”.