Mirada de la Justicia sobre el medio ambiente

En el Foro Global de Ministros de Medio Ambiente, de Naciones Unidas, que se celebró en Nairobi, la capital de Kenia, en el este de África, se insistió fuertemente en que los avances en materia de protección de la naturaleza y los recursos naturales no sean débiles y se prolonguen en el tiempo. Uno de los retos sigue siendo instaurar economías sostenibles, no tanto para quienes transitamos la vida como personas adultas sino de manera determinada para las futuras generaciones de habitantes de nuestro planeta.

Para nuestro país la protección del medio ambiente es un principio muy declamado por el Estado pero poco traducido en resultados plausibles y comprobables, aunque no se puede negar que, a pesar de todo, en la materia estamos mejor que décadas pasadas.

En el mismo cónclave internacional hubo un aporte interesante de la delegación argentina, pero en este caso no de un ambientalista puro sino de la máxima autoridad judicial de la Nación: el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, quien hizo un alegato en el marco de la ONU señalando que el desarrollo sustentable debe preservar el medio ambiente. Paralelamente lanzó un dardo punzante a la clase política a la que reprochó "pensar más en las futuras elecciones que en las futuras generaciones".

Es interesante el mensaje del jurista ocupándose de una problemática que está en la base de los temas nacionales para permitir más calidad de vida, advirtiendo que los problemas electorales y cortoplacistas desvían la atención de asuntos tan delicados como cuidar el medio ambiente. También debe valorarse el mensaje del hombre de leyes en momentos en que el oficialismo impulsa una  campaña de "democratizar la Justicia", que bien podría ser alejar de la función a los magistrados que no le son afines a sus objetivos y planes.

Sea como fuere, Lorenzetti fijó en este encuentro ambiental que "el desarrollo trae riqueza si es sostenible, si hay información y debate y si se fijan normas para respetar los límites de la naturaleza". Utilizó la paradoja de África, donde se prometió el desarrollo basado en la explotación ilimitada de los recursos, pero cuando estos fueron esquilmados, sólo quedó la pobreza y la devastación.

De esta forma, coincidió con las advertencias de organizaciones ambientalistas y sociales locales, como las que surgieron a raíz del emprendimiento minero en el cerro Famatina, en La Rioja (y lo mismo se debería decir de las extracciones a cielo abierto de San Juan), que luchan por un uso racional del suelo que evite consecuencias negativas para el medio ambiente. Lorenzetti también advirtió que "el principal interés de las corporaciones internacionales" son "los recursos naturales" y señaló que, ante ello, la "reacción de los gobiernos" es que "ceden".

La explicación de por qué un miembro del Poder Judicial participó de este foro mundial se debe a que en Nairobi se realizó la primera reunión de un comité de jueces de Cortes de todo el mundo, con la misión de incrementar la tutela ambiental. Ya en la cumbre de Río de Janeiro "Río+20", del año pasado, los poderes judiciales habían fijado la necesidad de proteger el ambiente en el marco de los derechos humanos y del Estado de Derecho.

En Mendoza hay mucho por definir y defender, como resolver qué se hará con la minería extractiva y cómo cuidaremos los frágiles bienes amenazados tal cual lo son el agua, la flora y la fauna. Como advierten los investigadores del Instituto Argentino de Zonas Áridas (Iadiza), el riesgo del avance de la desertificación sigue siendo muy alto en nuestro territorio, con las graves consecuencias de la deforestación, el abandono de esos lugares por sus pobladores y la pérdida del equilibrio ambiental.