En un mensaje enviado a través de la red social Twitter, el Gobernador le agradeció “al amigo y compañero” su labor “al frente de la cartera más compleja de un Gobierno durante cuatro años”.
Ése fue el tiempo que estuvo a punto de cumplir Aranda como conductor del ministerio, desde que el ex gobernador Celso Jaque lo nombró, el 21 de diciembre de 2009, cuando desde su cargo de director de Inteligencia Criminal reemplazó a Carlos Ciurca, su jefe político. Cuando asumió Pérez, con Ciurca de vice, fue el único ministro del malargüino que conservó su cargo.
En aquel tiempo Aranda asumió su puesto con la idea de darle continuidad al estilo iniciado por Ciurca, ese de “estar siempre en el hecho”, como ha repetido casi de manera permanente.
Así fue que supo sobreponerse a los momentos difíciles que le tocó atravesar, como la muerte del comerciante dueño de la empresa Puro Mármol, Carlos Berdasco, en febrero de 2010, o el asesinato del quiosquero del barrio Unimev Antonio Flores, en junio de ese año, que generó varias marchas de los vecinos de esa zona que aún hoy reclaman más seguridad.
También salió airoso de los fuertes reclamos generados por las muertes de la pequeña Micaela Tati, quien quedó en el medio de un tiroteo en el barrio La Gloria en marzo de 2012 y del joven Matías Quiroga, asesinado a sangre fría tras un asalto a la Bolsa de Comercio ubicada en el predio del Carrefour de Godoy Cruz.
Y siguió firme tras los últimos casos más crudos de este año, los homicidios del abogado Marcos Derpich, en la madrugada del viernes 9 de agosto en el corredor del Oeste, y el nombrado del médico Prado, que al intentar impedir que le robaran su camioneta, con sus hijos a bordo, fue asesinado la noche del 6 de setiembre. Ambos hechos aún están sin resolverse.
