“Esta semana, Rio se convierte en el centro de la Iglesia", dijo el Papa en su saludo de bienvenida a los peregrinos de la Jornada Mundial de la Juventud en la playa de Copacabana.
Francisco, el primer papa latinoamericano, llamó a los jóvenes a "entrar en la revolución de la fe", en su discurso de acogida, frente a 1,5 millones de católicos.
"Amigos queridos, la fe es revolucionaria. Yo te pregunto a vos, hoy: ¿estás dispuesto, estás dispuesta, a entrar en esta onda de la revolución de la fe?", preguntó el papa en español ante un mar de gente que desafió la lluvia y el frío para escucharle.
"Solo entrando tu vida joven va a tener sentido, así será fecunda (...) Poné a Cristo en tu vida", pidió el Papa, de 76 años.
El Papa, que preside hasta el domingo la JMJ, sostuvo asimismo que "tenemos la tentación de ponernos en el centro, de creer que nosotros solos construimos nuestra vida, o que es el tener, el dinero, el poder lo que da la felicidad".
"Pero no es así. El tener, el dinero, el poder pueden ofrecer un momento de embriaguez" pero "al final nos dominan y nos llevan querer a tener cada vez más, a no estar nunca satisfechos", añadió.
El pontífice pidió al inicio de su saludo a los jóvenes un minuto de silencio para la francesa Sophie Morinière, de 21 años, originaria de París y que viajaba a Rio en autobús junto a otros peregrinos de la JMJ y murió en un accidente de tránsito en la Guayana Francesa. Otros cinco peregrinos resultaron heridos.
El papa Francisco agradeció esta tarde a los jóvenes "por el testimonio de fe que están dándole al mundo", al hablar en la playa de Copacabana.
"Usted son verdaderos misioneros, veo en ustedes la belleza del rostro joven de Cristo y mi corazón se llena de alegría", sostuvo Francisco en la fiesta de bienvenida de la Jornada Mundial de la Juventud.
Reconocimiento para
Benedicto XVI
El Papa envió un saludo desde la playa de Copacabana a su antecesor, Benedicto XVI, quien organizó la Jornada Mundial de la Juventud.
Francisco pidió un aplauso para Benedicto XVI y dijo que al partir el Papa anterior le manifestó que lo acompañaba "en la oración" y los iba a mirar "frente al televisor".
"Así que ahora nos está viendo", sostuvo el Papa ante los jóvenes en la playa de
Copacabana.
El particular pedido del Papa
"¡Hay que ofrecer una docena de huevos a Santa Clara!" para que deje de llover, pidió el papa Francisco al alcalde de Rio de Janeiro, Eduardo Paes, en unja visita al Palacio de la Ciudad y sin darse cuenta que el micrófono estaba aún abierto.
Paes cumplió su promesa y envió una canasta de mimbre con 12 huevos a las clarisas para que la depositen al pie de la estatua de Santa Clara. No obstante, los servicios meteorológicos anuncian mal tiempo hasta el domingo, día de la partida del papa.
La lluvia obligó a anular una vigilia de jóvenes y a transferir la misa de clausura de la JMJ de un terreno baldío a 60 km del centro de Rio a la playa de Copacabana, anunció hoy la organización de la Jornada.
Una inusual ola de frío
La llegada del papa el lunes en su primera visita a Brasil, el país con más católicos del mundo, para presidir la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Rio coincidió con una inhabitual ola de frío y lluvias torrenciales.
En el sureste del país nevó en más de 130 ciudades, algo que no sucedía desde hace décadas. Tres personas murieron debido al frío.