De la mano de su emblema Diego Milito, Racing Club se dio un gran gusto al ganarle 1-0 el clásico a un pálido Independiente y dejó comprometida la continuidad del entrenador Jorge Almirón.
El “Principe” anotó de penal la única conquista del encuentro, que le dio una inyección anímica importante al plantel de cara al desquite de Libertadores del jueves ante Guaraní de Paraguay. Independiente no encuentra el rumbo, y además de la derrota, sufrió la expulsión de Federico Mancuello, por una dura entrada sobre Francisco Cerro.
El primer tiempo fue intenso, con pasajes de ida y vuelta, y con situaciones claras frente a los arcos. En la primera, llegó Independiente a los 5 minutos, con un derechazo de Pisano que se fue cerca y por arriba. Pero, de a poco, Racing fue controlando el mediocampo, se hizo un equipo corto, y con buenos aportes de Bou, complicó a la defensa visitante.
Se jugaban 16’, cuando Racing estuvo cerca, con un centro de Bou para Milito, quien no pudo conectar ante el cierre de Tagliafico.
Ese fragmento fue favorable al local, que a los 21 contó con un claro penal de Víctor Cuesta sobre Marcos Acuña, al derribarlo sobre el costado derecho del área grande.
Milito se hizo cargo y a los 23’ con un preciso remate rompió la paridad para el delirio local.
Después, Independiente tuvo oportunidades para empatar, con la velocidad de Pisano y las escapadas de Lucas Albertengo. A los 25, casi anota el ex jugador de Atlético de Rafaela con un disparo que fue sacado por Sebastián Saja.
Un minuto más tarde, lo tuvo Milito, con un remate apenas ancho. Las dos últimas de la etapa le correspondieron al Rojo: Tagliafico cabeceó apenas por arriba, y Albertengo estuvo cerca con otro frentazo sobre el horizontal.
En el complemento, Almirón hizo ingresar a Claudio Riaño, pero Independiente continuó sin claridad. A tal punto, que el Rojo sólo generó una chance de riesgo, con un tiro libre de Mancuello, a los 8 minutos, que salió muy cerca.
Racing era más peligroso cada vez que atacaba y no pudo aumentar la distancia por la impericia de sus delanteros.
Cuando se jugaban 37 minutos, la Academia tuvo una gran oportunidad en los pies de Milito, quien recibió un pase en profundidad de Bou, eludió a Diego Rodríguez, pero de manera increíble la tiró afuera. Después, ya no hubo tiempo para más y Racing festejó a lo grande la victoria en el clásico contra un Independiente que, a pura impotencia, perdió sobre el final a Mancuello.
